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La nueva tecnología nacional es clave para el objetivo de neutralidad de carbono en China

Por DIARIO DEL PUEBLO digital | el 12 de agosto de 2024 | 15:47

Un empleado opera equipos de captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS) en una plataforma frente a la provincia de Guangdong, mayo del 2023. (Foto: Mao Siqian/ Xinhua)

Por Zhao Zhongxiu

La industria de la energía limpia china contribuyó en 2023 con 11,4 billones de yuanes (1,6 billones de dólares) a la economía nacional, valor que representa el 9 por ciento del PIB del país y el 40 por ciento al crecimiento del PIB.

La industria de la energía limpia ha sido uno de los principales impulsores del crecimiento económico de China. El país ha logrado avances significativos en casi todas las áreas principales del sector.

De acuerdo a un informe de la Agencia Internacional de la Energía, la solar y la eólica han experimentado un crecimiento sin precedentes. En 2023, la energía solar fotovoltaica china fue similar al total mundial del 2022. Asimismo, sus adiciones de energía eólica crecieron un 66 por ciento interanual. A finales de 2023, la participación de las energías renovables en la capacidad total instalada de generación de energía de China había superado el 50 por ciento, adelantando por primera vez la capacidad de generación de energía térmica.

En 2022, más de la mitad de todos los coches totalmente eléctricos (NEV) del mundo circulaban por las carreteras chinas. En 2023, la producción y las ventas de vehículos de pasajeros de nueva energía de China crecieron un 35,8 por ciento y un 37,9 por ciento, respectivamente, alcanzando los 9,6 millones y 9,5 millones de unidades, lo que representa alrededor del 63,5 por ciento del mercado mundial. Por otra parte, la brecha entre la oferta y la demanda fue de solo cerca del 1 por ciento. Además, entre los 9,5 millones de unidades vendidas, las ventas internas y las exportaciones fueron de 8,3 millones y 1,2 millones de unidades, respectivamente, lo que significa que el 87 por ciento de la demanda final proviene del mercado interno, que evidencia pocas señales de "exceso de capacidad".

Con la creciente popularidad de los NEV, las cadenas de valor de los productos, tecnologías e industrias relevantes han florecido. Entre las áreas prometedoras se incluye la fabricación de componentes críticos para la electrificación, como baterías, accionamientos de motores eléctricos y controles eléctricos; el desarrollo de tecnologías avanzadas en conducción autónoma e inteligencia artificial generativa asociada, así como la fabricación de componentes relacionados; y la construcción de instalaciones de carga. En general, este cambio en la industria automotriz hacia la electrificación facilitará significativamente la transformación y actualización del sector manufacturero de China.

El año pasado, China representó alrededor del 70 por ciento del mercado mundial de baterías NEV (predominantemente baterías de iones de litio). Actualmente hay seis empresas chinas entre los 10 primeros puestos a nivel mundial.

Los fabricantes chinos de baterías de iones de litio destacan no solo por su volumen de fabricación, sino también por sus sólidas carteras de patentes. Hasta mayo de 2023, se habían presentado 20.798 solicitudes de patente para tecnologías clave en baterías de estado sólido (iones de litio) en todo el mundo, de las cuales 7.649, o el 36,7 por ciento, fueron presentadas por China. En los últimos cinco años, la tasa media anual de crecimiento de China en las solicitudes mundiales de patentes en este ámbito fue del 20,8 por ciento, ocupando el primer lugar en el mundo, con un liderazgo tecnológico especialmente pronunciado en aspectos cruciales como la velocidad de carga y el ciclo de vida.

De acuerdo a un informe del grupo de expertos Strategic Perspectives, con sede en Bruselas, China cubre el 60 por ciento de la fabricación mundial de tecnología con cero emisiones de carbono, mientras que otro informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés) señaló que China representaba en los últimos veinte años el 56 por ciento de las patentes mundiales en tecnologías verdes de frontera (incluidas, entre otras, la energía solar fotovoltaica, energía eólica, vehículos eléctricos y baterías, e hidrógeno verde)

La energía nuclear es una fuente de energía fundamental para alcanzar los objetivos estratégicos de los "objetivos de doble carbono": alcanzar el pico de emisiones de carbono para 2030, y luego la neutralidad de carbono para 2060.

Al ser una de las fuentes de energía más limpias, la energía nuclear no genera gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, reduciendo así la dependencia de los combustibles fósiles, detalle que a su vez reduce las emisiones de carbono y la contaminación ambiental. También proporciona un suministro de energía mucho más estable y confiable que las fuentes de energía renovables, como la eólica y la solar, debido a que es menos susceptible a las condiciones climáticas y ambientales.

En el futuro sistema energético de China, la energía nuclear puede posicionarse como una fuente de energía despachable y una de las fuentes de energía para respaldar y complementar la energía eólica y solar. Puede complementarse y coexistir con fuentes de energía renovables para proporcionar energía verde, segura y eficiente, especialmente si se tiene en cuenta que la proporción de generación de energía nuclear en China es solo la mitad del promedio mundial.

El principal reto al que se enfrenta el desarrollo de la energía nuclear es la seguridad. Por lo tanto, es imperativo garantizar el funcionamiento seguro de las instalaciones de energía nuclear y, al mismo tiempo, aumentar su aceptación y confianza por el pueblo. Desde un punto de vista estratégico, la energía nuclear también es esencial para garantizar la seguridad energética nacional.

Si China quiere lograr su "objetivo de carbono dual", el papel de algunas tecnologías limpias de próxima generación, como el hidrógeno de bajas emisiones y las tecnologías de captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS), deben identificarse como prioridades clave en las directrices de neutralidad de carbono del país.

En el caso de la energía del hidrógeno, los responsables políticos la han catalogado como una zona fronteriza y una de las seis principales industrias futuras de China, integrando su desarrollo en el XIV Plan Quinquenal (2021-25) y el plan de medio y largo plazo para la industria de la energía del hidrógeno (2021-35). En consecuencia, se están realizando inversiones sustanciales en infraestructura de hidrógeno, incluidas baterías de combustible y estaciones de repostaje. Mientras tanto, se han asignado fondos sustanciales de investigación y desarrollo para avanzar en las tecnologías de producción y almacenamiento de hidrógeno de bajas emisiones, así como en la aplicación de la energía del hidrógeno en la industria, el transporte y el almacenamiento de energía. Hay múltiples proyectos piloto en curso que demuestran su potencial.

Del mismo modo, y dada la imposibilidad de eliminar por completo los combustibles fósiles, la CCUS ha sido identificada como una parte indispensable de la cartera de tecnologías neutras en carbono, una herramienta crítica y un garante tecnológico fundamental para alcanzar los objetivos de control de temperatura del Acuerdo de París. De hecho, China ha realizado progresos significativos en el desarrollo de la tecnología CCUS con varios proyectos piloto y a gran escala.

En resumen, debe garantizarse que China ha asegurado una inversión suficiente en tecnologías limpias de próxima generación y confía en que mantendrá su ventaja competitiva en estos nuevos campos de cara al futuro.

En el contexto de una transición energética global y después de muchos años de desarrollo, la industria de la energía limpia se ha convertido y seguirá siendo uno de los principales impulsores del crecimiento económico de China, apoyando un gran número de empleos, especialmente en la manufactura de alta gama y la investigación y el desarrollo, y facilitando la transformación y actualización del sector manufacturero nacional.

La gran inversión china en energía limpia también sugiere que este tipo de productos se convertirán en el futuro en las exportaciones más esenciales y competitivas de China, tal y como lo anuncia el reciente aumento de las exportaciones del "nuevo tridente”: vehículos eléctricos, baterías de iones de litio y células solares fotovoltaicas.

A escala mundial, gracias a los avances tecnológicos, de fabricación y de ingeniería de las empresas chinas, los costos promedio mundiales de la generación de energía eólica/solar y las baterías de iones de litio han caído, contribuyendo a la transición global hacia la energía verde y baja en carbono.

A medida que el mercado mundial verde y de bajas emisiones de carbono continúa expandiéndose, China continuará proporcionando nuevos productos energéticos de alta calidad al resto del mundo mediante exportaciones y diversas formas de cooperación internacional en capacidad de producción, Todo ello facilitará la transición verde y baja en carbono global en la lucha contra el cambio climático, unido al crecimiento de las exportaciones y los empleos en otras economías que compartirán con China el beneficio de su progreso.

El autor es presidente de la Universidad de Economía y Negocios Internacionales.

(Web editor: 周雨, Zhao Jian)