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Inversiones chinas en Brasil crecieron un 33 % en 2023, centradas en energías verdes y coches eléctricos

Por Xinhua | el 04 de septiembre de 2024 | 15:39

Imagen del 12 de marzo de 2024 de trabajadores operando en la línea de producción de la fábrica de baterías de BYD, en Manaos, capital del estado de Amazonas, Brasil. (Xinhua/Wang Tiancong)

Imagen del 12 de marzo de 2024 de trabajadores operando en la línea de producción de la fábrica de baterías de BYD, en Manaos, capital del estado de Amazonas, Brasil. (Xinhua/Wang Tiancong)

Las inversiones chinas en Brasil crecieron un 33 por ciento en 2023 respecto al año anterior y alcanzaron los 1.730 millones de dólares, centrados principalmente en las energías verdes y en los coches eléctricos, según divulgó hoy el Consejo Empresarial Brasil-China (CEBC).

Los datos fueron presentados este martes en una transmisión online del CEBC del estudio "Inversiones chinas en Brasil - 2023: nuevas tendencias en energías verdes y asociaciones sostenibles", según el cual, el 72 por ciento de los proyectos chinos en Brasil en 2023 fueron para iniciativas relacionadas con la transición energética.

El autor del estudio, el director de contenido del CEBC, Tulio Cariello, resaltó que las inversiones chinas en Brasil el año pasado se centraron principalmente en el segmento eléctrico, que atrajo el 39 por ciento del valor, incluyendo proyectos en centrales hidroeléctricas y energía solar y eólica.

"El sector automotriz le siguió con una participación del 33 por ciento, con un crecimiento constante desde 2021 e iniciativas dirigidas exclusivamente a automóviles eléctricos o híbridos", dijo Cariello.

El especialista brasileño recordó que Brasil fue el noveno mayor receptor de capital productivo chino el año pasado y que en los últimos años los países emergentes han atraído la mayor parte de la inversión china en todo el mundo, constituyendo 9 de los 10 principales destinos de la inversión del país en 2023.

Cariello destacó que las inversiones chinas en América Latina y en Brasil han sido menos intensivas en capital en los últimos años, pero han avanzado en las llamadas "nuevas infraestructuras", que incluyen iniciativas en áreas como las energías renovables, la movilidad eléctrica, las tecnologías de la información, las infraestructuras urbanas y la fabricación de alta gama.

En la presentación también participaron representantes de GWM y BYD, que opinaron que es posible crear cadenas productivas en Brasil, aunque enfatizaron que las políticas públicas para el segmento necesitan ser más claras, dado que se trata de inversiones de gran envergadura.

"¿Qué papel desempeña la electrificación en las directrices de sostenibilidad de Brasil?", preguntó Ricardo Bastos, director de Relaciones Institucionales y Gubernamentales de GWM y presidente de la Asociación Brasileña del Vehículo Eléctrico (ABVE), afirmando que Brasil necesita conectarse a la electrificación mediante la producción de vehículos eléctricos en el país.

Según Bastos, la planta de GWM empezará a funcionar en el primer semestre de 2025, todavía con muchos componentes importados de China. Pero pronto serán sustituidos por piezas producidas en Brasil, con el fin de cumplir con los requisitos mínimos de contenido nacional para la venta de vehículos en Mercosur.

"La localización será clave para la regionalización", dijo el CEO de la compañía, que ve a Brasil como un centro de producción en Sudamérica.

Por su parte, Marcello Von Schneider, director de Vehículos Comerciales y Energía Solar de BYD Brasil, destacó que políticas bien estructuradas y de largo plazo traerían más seguridad a los nuevos inversores y a las empresas que ya operan en Brasil.

En cuanto a las particularidades del mercado brasileño, Von Schneider dijo que BYD invierte en proyectos específicamente orientados al país.

"Estamos en las etapas finales de desarrollo de nuestro motor híbrido flex-fuel, que utiliza etanol, que es una característica exclusiva de Brasil", afirmó.

En este contexto, Jorge Arbache, profesor de Economía de la Universidad de Brasilia y miembro del Comité Consultivo del CEBC, cree que la relación de inversiones Brasil-China ha alcanzado una nueva etapa más madura.

"Entramos en una etapa más amplia, más sofisticada, de mayor calidad, con proyectos que repercuten directa e indirectamente en cadenas de valor mucho más amplias, con cadenas largas que involucran a muchas más personas, mucha más recaudación de impuestos, agregación de valor local y regional y generación de empleos urbanos", afirmó el economista.

(Web editor: Zhao Jian, 周雨)