La camaradería sino-africana está en su mejor momento

(Ilustración: Shi Yu/China Daily)

Por Costantinos Berhutesfa Costantinos

En el complejo tapiz de la diplomacia poscolonial africana para el desarrollo, la cooperación sino-africana ha trastocado la narrativa donante-beneficiario y ha precipitado un desarrollo transformador y de infraestructura en el que todos ganan. Como resultado, África posee 11 de las 20 economías de más rápido crecimiento del mundo. A medida que la economía mundial emerge de las dramáticas interrupciones de la cadena de suministro, África se perfila como el próximo polo de crecimiento.

Las recientes convulsiones geopolíticas y crisis geoeconómicas han intensificado las tensiones en África. A pesar de los golpes de Estado y los impagos, con el orden posterior a la Guerra Fría desvencijado, se han convertido en activos la enorme superficie de tierra cultivable, los minerales de tierras raras muy buscados para la transición energética, el petróleo y el gas natural, la pesca y la madera, y una población joven en edad laboral. Estas ventajas son fundamentales para que los líderes africanos sean invitados a asistir a cumbres en China, Europa y Estados Unidos.

Si bien el crecimiento de la población se está desacelerando en todas las principales economías, se espera que África, con mil quinientos millones de personas, contribuya con un porcentaje importante de los jóvenes que ingresarán a la fuerza laboral mundial para la década de 2030. Al capitalizar sus recursos naturales y sus jóvenes, África puede convertirse en el motor de la dinámica laboral de las próximas décadas.

La perspicacia política debe ser el precursor de cumbres para asociaciones que perduren más allá de un boleto de ida a la explotación.

África no es simplemente un escenario para la competencia entre China y Estados Unidos, ya que ha dirigido imparcialmente sus relaciones internacionales en beneficio de todos sus socios. África ha consolidado asociaciones a nivel de cumbre con China, la Unión Europea, los países del Golfo y Estados Unidos (en orden alfabético). La asociación África-UE es una asociación de múltiples actores que incluye organizaciones no estatales. EE.UU. ha lanzado una estrategia para África, en la que apuntala el lugar crítico del continente para avanzar en las prioridades globales de EE.UU.

Es el rápido crecimiento de la población joven de África, la mayor zona de libre comercio, los ecosistemas más diversos y uno de los grupos regionales de votación más grandes del mundo en Naciones Unidas, los precursores de estas asociaciones. Además, se supone que ayudará a hacer frente a la crisis climática, abordar la inseguridad alimentaria mundial, fortalecer un orden mundial abierto y estable, dar forma a las reglas del mundo en cuestiones vitales como el comercio, la ciberseguridad y las tecnologías emergentes, y combatir el terrorismo y los delitos transnacionales.

No obstante, a diferencia de las asociaciones antes mencionadas, que centran su objetivo en contra de las apremiantes primacías de África en materia de infraestructura, la cooperación chino-africana es mutuamente beneficiosa por naturaleza. Las iniciativas chino-africanas en materia de desarrollo humano e infraestructura crítica han transformado la vida de millones de africanos en menos de una década. La esperanza de vida, un indicador importante de la seguridad de los medios de subsistencia, ha aumentado en las últimas dos décadas a un grado nunca antes alcanzado.

Etiopía es un buen ejemplo de esa transformación. En Etiopía, las inversiones han dado lugar a miles de kilómetros sin precedentes de carreteras pavimentadas, un importante ferrocarril y líneas de transmisión de alta tensión alimentadas por energía limpia de 20 nuevas represas hidroeléctricas, que a su vez están alimentando nuevos parques industriales, ciudades rurales y zonas agrícolas del interior. Más de 380 instituciones de educación superior, incluidas 50 universidades públicas y ciudades modernas, se han construido en tiempo récord en el país. Asimismo, la esperanza de vida ha aumentado en más de 20 años en dos décadas.

El resurgimiento de China en el frente del desarrollo de África sigue al revolucionario ferrocarril Tanzania-Zambia, construido por China en la década de 1970. Hoy en día, la camaradería chino-africana se encuentra en su mejor etapa, con inversiones, en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que impulsan la infraestructura y el desarrollo industrial del continente. China es ahora el principal socio comercial de África. De hecho, la cooperación Sur-Sur está en pleno apogeo, a pesar de que los implacables medios de comunicación occidentales etiquetan las inversiones como una herramienta para tender la "trampa de la deuda".

Asimismo, China se ha asociado con África en materia de financiación, transferencia de tecnología y desarrollo de recursos humanos. Por lo tanto, el crecimiento sostenido, rápido y de base amplia de África, que depende de las inversiones público-privadas, la transformación agrícola, la revolución de los bienes de consumo y las industrias de exportación emergentes, facilitará un ritmo rápido de expansión económica.

Las inversiones masivas en infraestructura proporcionan una amplia gama de bienes públicos y, al mismo tiempo, apuntalan al sector privado africano, que también está construyendo y manteniendo nuevas instalaciones públicas. Una transformación agrícola, que implique la proliferación de granjas comerciales modernas, así como el aumento de la productividad de los pequeños agricultores, es una posibilidad realista en los próximos años. Esta transformación podría convertirse en un motor clave del crecimiento de toda la economía rural.

En el espíritu del multilateralismo y los esfuerzos genuinos para elevar a la humanidad, China ha tomado medidas para llenar un vacío colosal en el avance del desarrollo humano y la construcción de infraestructura agrícola y manufacturera.

El autor, asesor principal de políticas de la ONU en Nueva York, es presidente de la Junta Asesora Anticorrupción de la Unión Africana y profesor de políticas públicas de la Universidad de Addis Abeba en Etiopía.