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Manipulación política de Washington en asuntos de derechos humanos es impopular, según canciller chino
El ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, dijo el miércoles que la manipulación política de los asuntos de derechos humanos por parte de unos pocos países, como Estados Unidos, se vuelve cada vez más impopular en todo el mundo.
Wang, también miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, hizo estas declaraciones al reunirse, en Nueva York, con el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, y con los ministros de Exteriores de varios países al margen del 79º período de sesiones de la Asamblea Nacional de la ONU.
Según mencionó Wang, más de cien países expresaron su apoyo a la posición de China y se opusieron a la politización de los derechos humanos durante la 57ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebrada el martes en Ginebra, Suiza.
En la sesión, cerca de 80 países, incluidos muchos islámicos, emitieron una declaración conjunta en apoyo de China, mientras más de 20 países expresaron, de diversas maneras, su respaldo a la posición justa de China cuando unos pocos países, entre ellos EE. UU., utilizaron los asuntos relacionados con Xinjiang para atacar y difamar la situación de los derechos humanos en China.
La gran mayoría de los países islámicos han calado, desde hace tiempo, las artimañas de Washington y comprenden que este simplemente ha utilizado los derechos humanos como pretexto para interferir en los asuntos internos de China y otros países en desarrollo, subrayó Wang.
A su parecer, el apoyo explícito de más de cien países en desarrollo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU no es solo para defender los derechos legítimos de China, sino también para mantener la equidad y la justicia internacionales, salvaguardar los intereses comunes de los países en desarrollo y proteger el principio fundamental de no interferencia en los asuntos internos en las relaciones internacionales.
El canciller chino señaló que tal acción de EE. UU. y sus seguidores expuso una vez más al mundo su doble rasero en materia de derechos humanos.
"La gente no puede sino preguntarse: si EE. UU. está tan preocupado por los derechos humanos de los musulmanes, ¿por qué provoca o apoya constantemente guerras en regiones como Medio Oriente, causando numerosas víctimas musulmanas inocentes? ¿Por qué hace la vista gorda ante las injusticias históricas a las que se enfrenta el pueblo árabe y no apoya a Palestina para que se convierta en Estado miembro de pleno derecho de la ONU? ¿Por qué no desempeña su debido papel en la consecución de un alto el fuego permanente y una retirada militar completa de Gaza?", dijo Wang.
El canciller chino enfatizó que este año se celebra el 75º aniversario de la fundación de la República Popular China y los logros del país en la protección y promoción de los derechos humanos son ampliamente reconocidos.
"El desarrollo y el progreso en la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, también son evidentes para todos", recalcó.
China está dispuesta a entablar un diálogo con todas las naciones sobre cuestiones de derechos humanos basándose en la igualdad, aseveró Wang, y añadió que su país abre las puertas al mundo y da la bienvenida a los amigos de todas las naciones para que visiten China y lo vean por sí mismos.