- Más
China es el mejor ejemplo de cómo el comercio impulsa la economía mundial, según economista jefe de OMC
Vista aérea del 30 de marzo de 2020 de un puerto de contenedores en Tangshan, en la provincia de Hebei, en el norte de China. (Xinhua/Yang Shiyao)
China ofrece "el ejemplo máximo" del éxito de la Organización Mundial del Comercio (OMC) como impulsora del comercio mundial, declaró Ralph Ossa, economista jefe de la OMC, en una entrevista reciente con Xinhua.
Mediante una serie de medidas exitosas en materia de crecimiento económico y comercio, el Gobierno chino ha sacado a cientos de millones de personas de la pobreza, señaló Ossa.
China es un ejemplo de cómo el desarrollo impulsado por el comercio puede transformar un país, demostrando que los países en desarrollo de todo el mundo pueden salir de la pobreza aprovechando el comercio internacional, dijo.
En la edición 2024 del Informe sobre el Comercio Mundial, publicado el pasado lunes, la OMC presentó pruebas sólidas de que el comercio ha desempeñado un papel crucial en la reducción de las disparidades de ingresos y en la mejora de la inclusividad de la economía mundial.
Sin embargo, Ossa advirtió de que el comercio mundial enfrenta retos tanto cíclicos como estructurales. Los desafíos cíclicos se refieren sobre todo al impacto del comercio sobre la situación macroeconómica, con unos resultados comerciales, especialmente en Europa, inferiores a lo esperado. Los desafíos estructurales se derivan, en gran medida, de las tensiones geopolíticas que crean fricciones comerciales.
Ante estos retos, el fortalecimiento de la cadena de suministro global es vital para el comercio internacional, observó Ossa, añadiendo que las medidas de facilitación del comercio adoptadas por China, como la organización de la Exposición Internacional de Importaciones de China y la Exposición Internacional de la Cadena de Suministro de China, son propicias para el comercio global.
Refiriéndose al proteccionismo comercial creciente, Ossa enfatizó que "menos comercio no promoverá la inclusividad (...) La verdadera inclusividad exige una estrategia global, que integre el comercio abierto, por un lado, con políticas nacionales de apoyo y una cooperación internacional efectiva, por el otro".
Abogó por un sistema comercial abierto, predecible y no discriminatorio, con una participación amplia de todos los países, añadiendo que la globalización es la receta para enfrentar la tendencia a la fragmentación que amenaza actualmente la economía mundial.
"Ampliando la integración comercial a más economías, más personas y más temas, creo que podemos hacer que el comercio sea parte de la solución a los retos más urgentes de nuestro tiempo", concluyó Ossa.