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ENTREVISTA: Campaña electoral uruguaya con partidos con propuestas similares y candidatos que no despiertan pasión, considera experto

Por Xinhua | el 16 de octubre de 2024 | 09:20

Por Gerardo Laborde

MONTEVIDEO, 15 oct (Xinhua) -- En las próximas elecciones presidenciales de Uruguay, que se celebrarán el 27 de octubre, se enfrentan dos visiones distintas sobre el rol del Estado, aunque sin intenciones de reformas radicales, con partidos que muestran coincidencias en sus propuestas y candidatos que no despiertan pasiones entre los votantes, considera el politólogo Antonio Cardarello.

La coalición de centroizquierda Frente Amplio (FA), que gobernó Uruguay entre 2005 y 2020 y actualmente lidera las encuestas, "entiende que el Estado tiene un rol más importante en la economía y es determinante para reducir la desigualdad en la sociedad", explicó Cardarello en entrevista con Xinhua.

Por otro lado, la Coalición Republicana (CR), de centroderecha y actualmente en el Gobierno, prioriza "el crecimiento de la economía y que el propio mercado se encargue de llegar a un punto de equilibrio, aunque sin dejar por fuera de todo la participación del Estado", apunta el experto.

Sin embargo, a diferencia de otros países de la región, Uruguay está lejos de una grieta política irreconciliable.

"Ningún gobierno en Uruguay hace tabla rasa", dijo Cardarello, algo que se refleja en que el presidente Luis Lacalle Pou (2020-2025) siguió muchas políticas del FA y el FA hizo lo mismo cuando alcanzó el poder por primera vez en 2005.

Para evitar una segunda vuelta, un candidato debe obtener más del 50 por ciento de los votos en la primera ronda. Si no se alcanza ese umbral, la elección se definirá en un balotaje el 24 de noviembre, en el que el candidato del FA, Yamandú Orsi, se perfila para enfrentar al mejor posicionado de la CR.

Según la más reciente encuesta de la empresa Factum, publicada la víspera, Orsi cuenta con un 44 por ciento de intención de voto, seguido por Álvaro Delgado, del Partido Nacional (PN), con un 24 por ciento, y Andrés Ojeda, del Partido Colorado (PC), con un 17 por ciento.

"El escenario más probable es que haya un balotaje", afirmó Cardarello con base en el sondeo.

Aunque casi la mitad de la población aprueba la gestión de Lacalle Pou, destacada por la forma en que manejó la pandemia, la sequía y la inflación, no ha logrado transferir esa popularidad a Delgado, quien se desempeñó como secretario de la Presidencia.

"La popularidad y el liderazgo no se transfieren, se ganan", señaló Cardarello, en relación con el apoyo de Lacalle a Delgado, visto como una continuidad del actual Gobierno ante la imposibilidad constitucional de reelección.

Según el investigador del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de la República (Udelar), "la gente no está enojada con el Gobierno" y le "reconoce logros", aunque persisten preocupaciones sobre temas como la seguridad pública.

Del mismo modo, recuerda que los gobiernos del FA, especialmente los de Tabaré Vázquez y el de José Mujica, lograron altas tasas de aprobación gracias a reformas sociales, fiscales y sanitarias.

A juicio de Cardarello, "quizá el hecho de que la gente no esté en todo disconforme con el Gobierno sea una de las razones para que haya una campaña electoral más bien chata, donde los partidos tienen muchas coincidencias en sus propuestas".

El politólogo destacó a Orsi y Delgado como figuras con una gestión eficiente: Orsi como intendente de Canelones, el segundo departamento más poblado del país, y Delgado como secretario de la Presidencia. Ambos se han distinguido por su capacidad de diálogo y articulación; sin embargo, "no son candidatos que hayan generado una pasión entre los electores".

Por su parte, Ojeda generó controversia con una publicidad en la que exhibía su musculatura en un gimnasio, atrapando la atención de un sector de la población menos interesado en la política, algo que "finalmente no le va a dar para superar al PN", según Cardarello.

La estrategia de Delgado es "confirmar su primer lugar como el partido más votado de la coalición" y renovar la mayoría parlamentaria alcanzada en 2019 por la alianza del PN, PC y Cabildo Abierto, que conforman la Coalición Republicana.

"Si la campaña del FA se activa al convencimiento de electores indecisos que le permita llegar a la mayoría parlamentaria", como tuvo en sus tres periodos de Gobierno, "lo pondría de cara al balotaje en una posición inmejorable", concluyó Cardarello.

(Web editor: 周雨, Zhao Jian)