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Inspirarse en la historia para impulsar los lazos entre China y EE. UU.
Un grupo de estudiantes de secundaria del estado de Washington, Estados Unidos, se toman una foto en el Museo del Palacio, en Beijing, capital de China, 19 de marzo de 2024. (Xinhua/Li Xin)
Al reunirse con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al margen de la 31ª Reunión de Líderes Económicos de APEC en Lima, la capital peruana, el presidente chino, Xi Jinping, enumeró siete experiencias e inspiraciones que deberían extraerse de los últimos cuatro años de relaciones entre China y Estados Unidos. Estas ideas ofrecen una guía estratégica para garantizar una relación bilateral estable, saludable y sostenible en el futuro.
En la reunión, Xi enumeró los siete puntos: tener una percepción estratégica correcta, hacer coincidir las palabras con las acciones, tratarse mutuamente como iguales, no desafiar las líneas rojas y los principios primordiales, intensificar el diálogo y la cooperación, responder a las expectativas de los pueblos y asumir las responsabilidades de los grandes países.
La relación China-Estados Unidos es una de las relaciones bilaterales de mayor trascendencia, crítica para el desarrollo pacífico del mundo y el futuro de la humanidad. En los últimos cuatro años, aunque los lazos entre China y Estados Unidos han experimentado altibajos, los dos países también han mantenido el diálogo y la cooperación, y su relación se ha mantenido estable en general bajo la dirección de los dos presidentes.
La historia ha demostrado una y otra vez que solo con un fuerte sentido de la responsabilidad, una percepción racional de la otra parte y la máxima sinceridad para mejorar las relaciones, los lazos entre Estados Unidos y China pueden recuperar la estabilidad y volver a la senda de desarrollo saludable.
Como las mayores economías en desarrollo y desarrolladas del mundo, China y Estados Unidos comparten un vasto potencial de cooperación en comercio, energía, ciencia y tecnología, educación e intercambios entre pueblos. Ambos desempeñan un papel clave en los esfuerzos globales para impulsar la recuperación económica, en la lucha contra el cambio climático y el terrorismo, en la prevención de la proliferación nuclear y la resolución de crisis regionales e internacionales.
Juntos, los dos países han conseguido grandes logros por el bien del mundo, como combatir el terrorismo, hacer frente a las crisis financieras, luchar contra el ébola e impulsar el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Una verdad infalible en las interacciones entre China y Estados Unidos es que ambos países ganan con la cooperación y pierden con la confrontación.
Un trabajador muestra soluciones logísticas inteligentes en el estand de UPS durante la VII Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés), en Shanghai, en el este de China, el 5 de noviembre de 2024. (Xinhua/Chen Haoming)
A lo largo de los últimos 45 años, las relaciones entre China y Estados Unidos han superado diversas dificultades y han seguido avanzando. La amplitud de su cooperación, la profundidad de los intereses entrelazados y el impacto de la relación han alcanzado niveles sin precedentes.
La trayectoria histórica debería iluminar el futuro desarrollo de la relación entre ambos países. Cuando se tratan mutuamente como socios y buscan puntos en común dejando a un lado las diferencias, su relación avanzará considerablemente. Sin embargo, si se ven como rivales y se enzarzan en una competencia viciosa, su relación sufrirá perturbaciones e incluso retrocesos.
Hoy en día, la humanidad se enfrenta a retos sin precedentes en un mundo turbulento que sufre frecuentes conflictos. La competencia entre grandes países no debe ser la lógica subyacente de los tiempos, solo la solidaridad y la cooperación pueden ayudar a la humanidad a superar las dificultades actuales.
La parte estadounidense también debería darse cuenta de que ni el desacoplamiento ni la ruptura de la cadena de suministro son la solución, mientras que el desarrollo común solo puede lograrse mediante una cooperación mutuamente beneficiosa. Además, un país importante no debería seguir una estrategia de "patio pequeño con vallas altas"; solo la apertura y el intercambio pueden hacer avanzar el bienestar de la humanidad.
Durante su reunión con Biden, Xi pidió esfuerzos conjuntos para explorar el camino correcto para que dos grandes países puedan mantener una coexistencia pacífica y duradera en este planeta, e inyectar más certidumbre y energía positiva al mundo.
El planeta es lo suficientemente grande como para albergar el desarrollo común y la prosperidad respectiva de las dos mayores economías globales.
Ahora que Estados Unidos se prepara para una nueva administración, China y el resto del mundo esperan que la parte estadounidense se una a China en la defensa del respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación de beneficio mutuo, garantizando una transición fluida en sus relaciones y encontrando una forma adecuada de que ambos países coexistan para el beneficio compartido de sus pueblos y de la comunidad mundial en general en la nueva era.