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La tecnología fotovoltaica china ayuda a la isla de Cuba

Por DIARIO DEL PUEBLO digital | el 24 de diciembre de 2024 | 16:01

En el mundo actual, el verde se ha convertido en el color definitorio de la Nueva Era en China. El desarrollo verde emerge como una característica importante en la modernización china. El desarrollo verde busca promover la armonía entre la humanidad y la naturaleza, al tiempo que maximiza los beneficios económicos y sociales con un consumo mínimo de recursos. China está implementando activamente el concepto de desarrollo sostenible y está desempeñando un papel clave en el impulso de la transición global hacia un futuro con bajas emisiones de carbono.

Sin embargo, este año, Estados Unidos lanzó una narrativa de "exceso de capacidad" contra el nuevo sector energético de China como parte de su proteccionismo comercial unilateral.

En este artículo, viajamos a Cuba -país del Caribe insular- para explorar cómo la tecnología solar china está ayudando a esta nación con problemas de energía a reducir su dependencia de los combustibles fósiles, iluminando el camino hacia un futuro más brillante y sostenible para miles de familias y empresas.

Vista de la ciudad de La Habana, Cuba. (Foto: VCG)

Vista de la ciudad de La Habana, Cuba. (Foto: VCG)

Sentado en su oficina en Madrid, los pensamientos de Roberto A. Paneque Fonseca flotan a la deriva a través de miles de kilómetros a través del vasto Océano Atlántico hasta su país natal, Cuba, lidiando con un severo apagón que ha afectado profundamente la vida de sus residentes.

A pesar de la distancia, Fonseca sintió la necesidad urgente de tomar acción y encontrar una manera de iluminar los hogares de los cubanos. En ese momento, su teléfono móvil sonó con una ráfaga de llamadas de empresas chinas que expresaban su voluntad de proporcionar kits solares, lo que presentaba una posible solución a la crisis.

A Cuba nunca le ha faltado el sol: los brillantes rayos impregnan a los cubanos de un espíritu apasionado y vibrante, movimientos de baile y música animados, y una arquitectura colorida de alta saturación. Ahora, los cubanos pueden beneficiarse de nuevo de esta bendición aprovechando la energía solar para iluminar sus vidas.

En los últimos años, el gobierno cubano ha promovido activamente políticas de transición energética destinadas a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y aumentar la participación de las energías renovables en la matriz energética nacional.

Según la Agencia Internacional de Energía Renovable, Cuba planea invertir 3.500 millones de dólares en los próximos 15 años para desarrollar energías renovables, con el objetivo de aumentar la proporción de energía renovable al 24 por ciento para el 2030.

Los productos y la tecnología fotovoltaica de China se han convertido en una solución, ayudando a mejorar la capacidad de suministro de energía en Cuba.

Encontrando el camino

Las tecnologías de energía solar no son nuevas para Fonseca, presidente de la Fundación Robert A. Paneque, en España, quien tuvo su primer contacto con las tecnologías en 1975 cuando visitaba con frecuencia una fábrica de paneles solares e inversores dirigida por un empresario español en La Habana.

Creía que los kits solares podrían funcionar en Cuba. "Después de todas estas llamadas de ejecutivos de empresas chinas, comencé a investigar la demanda y me enteré de la alta demanda en toda Cuba de paneles solares, baterías, cargadores, controladores de carga, inversores, turbinas eólicas y otros elementos que componen los kits solares", dijo.

Rápidamente se puso en contacto con varios ingenieros y técnicos cubanos y formaron un grupo en una red social donde discutieron la posibilidad de poder producir todos estos equipos y aparatos en Cuba.

"Debido a nuestro aislamiento del mundo exterior, si la Red Eléctrica Nacional de Cuba continúa fallando con frecuencia, cientos de miles de familias y empresas cubanas sufrirían un impacto brutal en su nivel de vida y operación debido a la falta de energía, electricidad", dijo.

Sin embargo, no es fácil cumplir esta misión, empezando por la compra básica de productos esenciales, que es sencilla en la mayoría de los demás países.

"Cualquier consumidor en la mayor parte del mundo puede comprar casi cualquier cosa en línea y recibirla en cuestión de horas o días. Sin embargo, la situación para los consumidores cubanos es completamente diferente. El inhumano bloqueo económico y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos y sus aliados occidentales exacerba los ya significativos desafíos del transporte de mercancías a Cuba por aire y mar, lo que eleva los costos en un 120 por ciento para los sistemas de energía solar fotovoltaica y eólica", explicó.

Además de esto, hay un problema crítico: cuando alguno de estos equipos sensibles falla debido a las fluctuaciones de voltaje y frecuencia en el Sistema Eléctrico Nacional de Cuba, las averías y los daños se convierten en un problema persistente.

Según él, es casi imposible que los clientes reparen o reemplacen los equipos dañados necesarios para seguir beneficiándose de la energía solar o eólica. Los técnicos tampoco pueden reparar inversores, paneles o baterías debido a la falta de componentes electrónicos, piezas de repuesto.

Para encontrar una salida y ante la imperiosa y urgente necesidad de armar un kit solar "Hecho en Cuba", la primera opción a la que recurrieron fueron los productores chinos.

"Fuimos a la página web de esas empresas según su especialidad, y encontramos los diferentes circuitos, componentes, placas electrónicas, circuitos, elementos, partes y piezas que necesitábamos para poder armar nuestro kit solar cubano", presentó.

Fonseca dejó claro el objetivo a su equipo: quería que el kit solar fuera lo más simple posible: un panel solar, un inversor y una batería.

Luego de conseguir esos componentes, comenzaron a ensamblar el inversor entre este grupo de ingenieros y técnicos cubanos expertos en energía solar y que al mismo tiempo recibían asesoría de especialistas chinos.

Según él, una razón importante para utilizar la tecnología china es su asequibilidad y alta rentabilidad. La idea fundamental es que este kit solar cubano con tecnología china no supere el precio de producción de 150 dólares, con un máximo de 200 dólares, y que tenga una potencia de al menos 1.500 watts, la cual está compuesta por al menos un panel solar de mínimo 500w, un inversor de 1,5kw, y una batería de mínimo 12 voltios y 100 amperios.

"Un kit de estas características permitiría a una familia cubana tener encendidas dos o tres luces LED, cargar dos o tres teléfonos móviles, ver la televisión, escuchar la radio y sobre todo mantener el refrigerador funcionando para conservar alimentos perecederos", dijo.

Pasa la antorcha

En un campo baldío a las afueras de una aldea en la provincia occidental cubana de Pinar del Río, hileras de paneles fotovoltaicos se mantienen en silencio.

Estos "espejos" azules, bañados por la luz del sol, convierten la energía solar en un flujo constante de electricidad limpia.

Este es el primer proyecto de estación de energía solar de Cuba diseñado, adquirido y construido como una iniciativa integrada por el gobierno chino. Entregada oficialmente al gobierno cubano en abril de 2018, la estación representa un hito en la cooperación internacional, según el sitio web de POWERCHINA, una empresa estatal china de diseño y construcción.

Una vez en funcionamiento, la estación podría suministrar electricidad a 20.000 residentes. Además, reemplaza parte de las centrales eléctricas alimentadas con petróleo, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono y estableciendo un ejemplo para la búsqueda de energía limpia y una economía baja en carbono en Cuba.

Para ayudar a abordar los desafíos energéticos de Cuba, el Ministerio de Comercio de China inició este proyecto de asistencia fotovoltaica.

Planta china de energía solar en Pinar del Río, Cuba. (Foto: Cortesía de POWERCHINA Chengdu Engineering Corporation Limited)

Planta china de energía solar en Pinar del Río, Cuba. (Foto: Cortesía de POWERCHINA Chengdu Engineering Corporation Limited)

La parte china proporcionó apoyo técnico y de equipamiento, mientras que la parte cubana proporcionó mano de obra y algunos materiales de construcción.

Este modelo de cooperación no solo suministra la energía limpia que se necesita con urgencia, sino que también crea oportunidades de empleo para los cubanos, según supo el Global Times de POWERCHINA Chengdu Engineering Corporation Limited, el constructor del proyecto.

Zhou Shaoping, subgerente del proyecto, fue uno de los primeros ingenieros y trabajadores chinos en llegar a Cuba. Dijo que debido a las circunstancias internacionales y las sanciones, Cuba enfrenta importantes desafíos económicos.

"Los cortes de energía son algo cotidiano. Pero aquí, donde las temperaturas alcanzan los 40 grados centígrados al mediodía, vivir sin electricidad es extremadamente difícil", dijo Zhou.

Sin embargo, los abundantes recursos solares de la región la convierten en un lugar ideal para la generación de energía solar.

"Más allá de utilizar equipos y tecnología estándar chinos, compartimos plenamente nuestra experiencia y ayudamos a los colegas cubanos a mejorar sus habilidades a través de la capacitación práctica. Al final del proyecto, la parte cubana era capaz de operar la instalación de forma independiente", señaló Zhou.

Tocar el sueño

En la búsqueda de un sueño verde y bajo en carbono, cada individuo y cada nación son iguales.

Al lado de la central fotovoltaica de Pinar del Río, González, un vecino de la zona, tiene un pequeño restaurante. Su vida ha dado un giro para mejor gracias a la electricidad que se genera aquí. "En el pasado, el suministro de electricidad de Cuba dependía principalmente de centrales eléctricas alimentadas con petróleo, y los frecuentes apagones causados por la escasez de combustible dificultaban la realización de negocios. Ahora, eso ya no es una preocupación. Los apagones son mucho menos frecuentes y el negocio está mejorando", dijo.

Para profesionales como Fonseca, el especialista que tiene la oficina en Madrid, hay muchos planes para el futuro, incluso ideas audaces. Él vislumbra un futuro en el que la integración de la tecnología china en los hogares y oficinas cubanos a través de kits solares podría revolucionar la distribución de energía. Por lo tanto, beneficiaría a miles de personas que no pueden pagar dicha tecnología al generar ahorros en combustibles fósiles para el sistema eléctrico nacional de Cuba.

"Esto es un sueño; sin embargo, estamos seguros de que con la tecnología china, todo es posible en el mundo en el que vivimos hoy", dijo.

Entre los gobiernos, los avances aún están en curso.

Turistas viajan en un automóvil clásico en La Habana, Cuba, mientras la compañía eléctrica local informa que se ha restablecido la electricidad en la mitad de la ciudad el 21 de octubre de 2024. (Foto: VCG)

Turistas viajan en un automóvil clásico en La Habana, Cuba, mientras la compañía eléctrica local informa que se ha restablecido la electricidad en la mitad de la ciudad el 21 de octubre de 2024. (Foto: VCG)

El 12 de diciembre, las dos partes firmaron un contrato para el proyecto asistido por el gobierno de China para proporcionar 35 megavatios de equipos solares fotovoltaicos a Cuba. El proyecto planea construir siete centrales fotovoltaicas en seis provincias cubanas, que se espera ahorren a Cuba aproximadamente 18.000 toneladas de combustible al año, equivalentes a unos 7 millones de dólares, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

En junio, tres centrales eléctricas asistidas por China se conectaron a la red nacional de Cuba, generando un total de alrededor de 60.000 kilovatios-hora de electricidad al día y beneficiando a unos 25.000 hogares con déficit de energía, informó la agencia de noticias Xinhua.

"Para un profesional en la industria de la nueva energía, es mi sueño “verde” poder usar mis habilidades para ayudar a más personas a subirse a este tren rápido", dijo Zhou.

(Web editor: Zhao Jian, 周雨)