¿Por qué la nueva filosofía de desarrollo de China se ha convertido en un bien público global?

Estudiantes africanos que estudian en China aprenden habilidades de comercio electrónico en una empresa comercial en Yiwu, provincia de Zhejiang, China. (Foto: Lyu Bin/ Diario del Pueblo digital)

Por Gong Ming

Hoy en día, la nueva filosofía de desarrollo de China ha ganado reconocimiento mundial, convirtiéndose en un bien público global ampliamente acogido.

En 2024, más de diez jefes de Estado y de Gobierno extranjeros visitaron empresas tecnológicas en Shenzhen, el centro tecnológico del sur de China.

Fue en Anji, la provincia de Zhejiang, donde se anunció el principio de que "las aguas cristalinas y las montañas exuberantes son activos invaluables". Anji ha sido reconocida con el «Premio de las Naciones Unidas para el Hábitat». Además, los programas de capacitación para el desarrollo, organizados por China, han contado con la participación entusiasta de otros países en desarrollo.

¿Por qué tantos países miran a China?

Porque China avanza dentro de un camino de modernización diferente a Occidente, ofreciendo al mundo una nueva perspectiva para el desarrollo.

El éxito de China al sacar a 800 millones de personas de la pobreza ha demostrado que los países en desarrollo pueden eliminar la pobreza cuando hay perseverancia y espíritu de sacrificio. El canal de Pinglu, en la Región Autónoma Zhuang de Guangxi, en el sur de China, que está en construcción, ha sorprendido a los internautas extranjeros. Al apreciar las imágenes aéreas del proyecto, ellos lo han calificado como una "hazaña de ingeniería de ciencia ficción".

Por otra parte, los vehículos eléctricos chinos siguen ganando adeptos en todo el mundo, el pago móvil se expande más allá de las fronteras chinas y los modelos de IA como DeepSeek demuestran el éxito de un modelo que algunos califican como “el milagro oriental". De hecho, muchos países se están dando cuenta de algo muy simple: el futuro ya está aquí.

¿La filosofía de desarrollo de China funciona para otros? La evidencia sugiere que sí.

En Laos, una aldea se ha inspirado en los esfuerzos de alivio de la pobreza de la aldea china Shibadong, para crear su plan de desarrollo sostenible. En Uzbekistán están poniendo a prueba la experiencia china de alivio de la pobreza en varias regiones y ciudades, reduciendo la tasa de pobreza interna. Y Ruanda ha adoptado las prácticas de comercio electrónico de China para impulsar su crecimiento económico.

La experiencia de desarrollo de China, arraigada en sus propias condiciones nacionales, resuena tanto emocional como prácticamente en muchos otros países en desarrollo. Como señaló la presidenta peruana, Dina Boluarte, "de China hemos aprendido que nada es imposible".

Desde el ferrocarril de ancho estándar Mombasa-Nairobi en Kenia hasta la autopista Phnom Penh-Sihanoukville en Camboya, pasando por el aeropuerto internacional Murtala Muhammed de Nigeria y el puerto de Chancay en Perú, los proyectos de infraestructura construidos por China han brindado beneficios tangibles a las comunidades locales. Al mismo tiempo, representan el profundo compromiso de China con el desarrollo global, una expresión bien definida en la nueva filosofía de desarrollo del país.

Como dice un proverbio chino: "Si quieres hacerte rico, primero construye un camino". Esta sabiduría ancestral ha guiado el propio desarrollo de China, desde los primeros días de la reforma y la apertura hasta la batalla contra la pobreza. Ahora, como parte de la cooperación de alta calidad de la Franja y la Ruta, esta experiencia se extiende a nivel mundial, proporcionando a otras naciones en desarrollo una poderosa estrategia para eliminar la pobreza y mejorar el nivel de vida de su población.

Al visitar China, los líderes políticos extranjeros a menudo sacan tiempo de sus apretadas agendas para explorar las aldeas rurales y aprender más sobre las historias de desarrollo de China. Al regresar a sus países, muchos recurren a libros como "Xi Jinping: La gobernanza de China" y "Extractos de Xi Jinping sobre el alivio de la pobreza" para estudiar las políticas de China y adaptarlas a sus propias condiciones nacionales.

¿Puede la filosofía de desarrollo de un país convertirse en un bien público mundial? Definitivamente, sí.

Tradicionalmente, los bienes públicos mundiales, como las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas y el Acuerdo de París sobre el cambio climático, son mecanismos y acciones que requieren colaboración y cooperación dentro de la comunidad internacional. A menudo abordan cuestiones relacionadas con la seguridad mundial, la estabilidad económica y la protección del medio ambiente, beneficiando a varios países, e incluso al mundo entero.

Sin embargo, esta es una definición muy estrecha. Los conceptos con valor universal también pueden fomentar el consenso mundial sobre cuestiones de interés común, impulsando la cooperación y el desarrollo del orbe.

En los últimos años, las propuestas e iniciativas de China, incluida la visión de construir una comunidad de futuro compartido para toda la humanidad, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Seguridad Global, la Iniciativa de Civilizaciones Globales y la filosofía de desarrollo centrado en las personas, el desarrollo sostenible y la cooperación de beneficio mutuo, han ganado terreno en todo el mundo.

Estas ideas no solo han guiado el propio desarrollo de China, sino que también han proporcionado experiencia y sabiduría a la comunidad internacional, convirtiéndose en bienes públicos globales, tanto en la teoría como en la práctica.

China está dispuesta a compartir su exitosa experiencia de desarrollo con otros países para lograr un progreso común. Hoy en día, menos de 1.000 millones de personas en el mundo han logrado la modernización, y más de 700 millones de personas siguen padeciendo hambre. China cree firmemente que el verdadero desarrollo es el desarrollo para todos, y los pioneros deben echar una mano a otros países que aún no se han puesto al día. Sólo si se agranda el acceso al desarrollo es que se podrá lograr la prosperidad compartida.

A medida que la nueva filosofía de desarrollo de China continúa ganando reconocimiento mundial y se implementa activamente en todo el mundo, se va convertido en un bien público global bienvenido.

Empleadas de la filial angoleña de Sinopec International Petroleum Exploration and Production Corporation (SIPC) plantan mangle en una playa. (Foto: Zhao Xuchi)

Construcción del cruce de Qishi del canal Pinglu en Qinzhou, Región Autónoma Zhuang de Guangxi, 12 de diciembre del 2024. (Foto: Li Zheng/ Diario del Pueblo digital)