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Colaboración entre China y Asia Central es cada vez más necesaria
(Foto: Ma Xuejing/ China Daily)
Por Djoomart Otorbaev
Asia Central está experimentando cambios significativos. Su población, que crece a una tasa de aproximadamente 2 por ciento al año, alcanzando los 82 millones, un aumento del 40 por ciento desde 2000.
El PIB combinado de los cinco países de la región alcanzará los 519 mil millones de dólares en 2024, un incremento del 400 por ciento desde 2000. De hecho, en los últimos cuatro años, el PIB combinado de los países de Asia Central ha crecido un 80 por ciento.
En las últimas dos décadas, Asia Central ha mantenido una tasa de crecimiento anual real promedio del 6,7 por ciento, en comparación con un promedio del 5,3 por ciento para los países en desarrollo y del 2,6 por ciento para el mundo. Asimismo, desde el año 2000, el comercio exterior de los países de Asia Central ha aumentado casi nueve veces, mientras que la inversión extranjera directa ha aumentado 17 veces.
En medio de este panorama, China ha consolidado su posición como el principal socio comercial de los países de Asia Central, con un volumen total de comercio que alcanzó los 94,8 mil millones de dólares en 2024, frente a los 89,4 mil millones de dólares en 2023. Las exportaciones de bienes y servicios chinos en Asia Central sumaron 64,2 mil millones de dólares, lo que representa más de dos tercios del volumen total de comercio, y las exportaciones de los países de Asia Central a China alcanzaron los 30,6 mil millones de dólares, compuestas principalmente por petróleo, gas natural, tierras raras, metales preciosos y minerales. Por otra parte, las frutas y otros productos alimenticios sumaron exportaciones significativas hacia China.
Kazajistán fue el mayor socio comercial de China en Asia Central, con un volumen de comercio que alcanzó los 43,8 mil millones de dólares el año pasado, mucho más alto que la meta de 40 mil millones de dólares establecida por ambos países para 2030. Kazajistán fue seguida por Kirguistán (22,7 mil millones de dólares), Uzbekistán (13,8 mil millones de dólares), Turkmenistán (10,6 mil millones de dólares) y Tayikistán (3.86 mil millones de dólares).
Las importaciones de China desde Asia Central ha estado aumentando a un ritmo rápido. Por ejemplo, las importaciones desde Kirguistán se dispararon más de 30 veces en 2024, y más de 60 veces en los primeros dos meses en 2025. A principios de este año, los dos gobiernos mantuvieron conversaciones sobre cómo aumentar el comercio bilateral a 45 mil millones de dólares para 2030, y se construyen rápidamente nuevos puntos de control y aumentan el número de vuelos entre los dos países.
En cuanto a las inversiones chinas, están concentradas en los sectores de transporte, infraestructura, energía renovable y vehículos eléctricos. Por ejemplo, el año pasado la empresa china BYD comenzó a construir una gran planta de producción en Uzbekistán, con capacidad de producción de 300.000 vehículos al año. De hecho, las empresas chinas han realizado inversiones sustanciales en toda la región de Asia Central.
Las proyecciones recientes del Banco Mundial y del Banco Asiático de Desarrollo indican que Asia Central se convertirá en la economía de más rápido crecimiento en Asia, excluyendo a India, y se espera que la región siga liderando la subregión de más rápido crecimiento este año y el próximo. De acuerdo a la previsión de la ADB del 2 de abril, la proyección de crecimiento para Asia Oriental este año es del 4,4 por ciento, India del 6,7 por ciento, Asia Sudeste del 4,7 por ciento, el Pacífico del 3,9 por ciento y Asia Central del 5,4 por ciento. Y la proyección de crecimiento del Banco Mundial para Kazajistán en 2025 es del 4,5 por ciento, Kirguistán del 6,8 por ciento, Tayikistán del 6,5 por ciento y Uzbekistán del 5,9 por ciento. Pero, ¿tienen los cinco países de Asia Central un modelo de crecimiento distinto? ¿Comparten características comunes de desarrollo? ¿Cómo han contribuido estas características de los países al crecimiento general de la región? ¿Y se pueden ver sus similitudes como un patrón único que los distingue de las trayectorias de crecimiento de otras partes del mundo?
El crecimiento de la región de Asia Central proviene de la liberalización económica, la reducción de barreras a la inversión extranjera directa, un énfasis en la digitalización y las inversiones en infraestructura que impulsan la productividad, junto con una demografía favorable y una población cada vez más joven y educada. Si bien la región enfrenta desafíos como una fuerte dependencia de las exportaciones de hidrocarburos y materias primas, la creciente importancia de tierras raras y ciertos minerales y elementos en la transición hacia la energía renovable mitiga en cierta medida el problema. Estos factores han mejorado las perspectivas económicas y la estabilidad de la región.
Las naciones de Asia Central han llegado a un consenso de que fomentar una fuerza laboral de especialistas y personas capacitadas, así como crear nuevos empleos, ayudará a mejorar los niveles de vida de las personas en toda la región. La población joven y en crecimiento de Asia Central se está integrando cada vez más en la economía global, con el espíritu emprendedor de la juventud que probablemente atraerá inversión destinada a diversificar sectores y permitir que la región escale en las cadenas de valor globales.Tanto los inversores extranjeros como los nacionales han estado canalizando fondos hacia sectores intensivos como la alta tecnología, la energía renovable, el transporte y el agroprocesamiento.
Reconociendo el papel crítico del desarrollo del capital humano, también los países de la región realizan significativas inversiones en estos campos. Por ejemplo, el programa Bolashak de Kazajistán crea oportunidades para que los jóvenes estudien en el extranjero, asegurándose al mismo tiempo que la mayoría de ellos regresen a casapara crear un grupo de profesionales de clase mundial. Por su parte, Kirkistán y Uzbekistán han establecido asociaciones con varias universidades extranjeras de la región. Esto demuestra que los países de Asia Central tienen el potencial de fortalecer la cooperación en nuevas tecnologías, la economía digital y el desarrollo de alta calidad.
La Cumbre China-Asia Central en Kazajistán, sin duda, fortalecerá la asociación estratégica entre nuestros países.
El autor, ex primer ministro de la República de Kirguistán, es profesor en la Escuela de la Franja y la Ruta de la Universidad Normal de Beijing.