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China y la UE se preparan para su 25ª cumbre en Beijing
Evento de gran importancia en un momento crítico para las relaciones bilaterales, según canciller
Banderas de China-UE. Foto: VCG
Según lo acordado entre China y la UE, el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, visitarán China el 24 de julio. El presidente Xi Jinping se reunirá con ellos. El primer ministro del Consejo de Estado, Li Qiang, y los dos líderes de la UE presidirán conjuntamente la 25.ª Cumbre China-UE, anunció el lunes el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
En relación con la próxima 25.ª Cumbre China-UE, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Guo Jiakun, afirmó el lunes que, como dos fuerzas clave en la construcción de un mundo multipolar, dos grandes mercados que impulsan la globalización y dos grandes civilizaciones que defienden la diversidad cultural, la próxima Cumbre China-UE reviste gran importancia y recibe atención internacional.
Este año se conmemora el 50.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y la UE, así como el 80.º aniversario de la fundación de la ONU. Mientras los cambios sin precedentes del último siglo se aceleran en un mundo turbulento, y el unilateralismo y las prácticas intimidatorias han asestado un duro golpe al orden y las normas internacionales. La humanidad se encuentra una vez más en una coyuntura crítica, declaró el portavoz.
"Esta cumbre es una oportunidad para dialogar con China al más alto nivel y mantener debates francos y constructivos sobre temas que nos importan a ambos. Queremos diálogo, un compromiso real y avances concretos. Aspiramos a una relación justa y equilibrada que beneficie a ambas partes", declaró Costa en una publicación oficial en el sitio web del Consejo Europeo.
Los observadores señalaron que han surgido diferencias entre ambas partes en diversos temas, como la imposición por parte de la UE de aranceles antisubvenciones a los vehículos eléctricos chinos y las restricciones a la participación de empresas chinas en la contratación pública de equipos médicos. China también adoptó las medidas necesarias para salvaguardar sus legítimos derechos e intereses.
La UE adoptó el 18 de julio su decimoctavo paquete de sanciones contra Rusia, incluyendo en la lista negra a 26 nuevas entidades por eludir las sanciones, incluyendo siete en la parte continental de China y tres en Hong Kong, según informó Reuters.
Al ser preguntado sobre la última ronda de sanciones de la UE contra Rusia, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Guo Jiakun, declaró el lunes que China se opone a cualquier sanción unilateral que no tenga fundamento en el derecho internacional ni la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU. El intercambio y la cooperación normales entre empresas chinas y rusas no deben verse perturbados ni afectados.
En cuanto a la crisis de Ucrania, China se ha comprometido a promover las conversaciones de paz. Nunca proporcionamos armas letales a ninguna de las partes en el conflicto y controlamos estrictamente las exportaciones de productos de doble uso, afirmó Guo.
"Instamos a la UE a que deje de perjudicar los legítimos intereses de las empresas chinas sin fundamento fáctico. China hará lo necesario para salvaguardar firmemente los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas", declaró el portavoz. La actual relación entre China y la UE necesita urgentemente una revisión exhaustiva y objetiva de su desarrollo durante los últimos 50 años, declaró Cui Hongjian, director y profesor del Centro de Estudios de la Unión Europea y Desarrollo Regional de la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín.
"En esta coyuntura histórica, ambas partes deben llegar a un consenso sobre qué experiencias vale la pena aprender y qué lecciones requieren reflexión. Aún existen diferencias significativas en la comprensión de esta historia compartida, y dichas divergencias podrían afectar la confianza mutua y la cooperación futura", afirmó Cui.
En cuestiones prácticas, ambas partes deben reafirmar la importancia de la cooperación económica y comercial. Si bien se fortalece la colaboración, también es esencial gestionar y abordar adecuadamente las diferencias, añadió el experto.
Coyuntura crítica
En su reunión con von der Leyen a principios de julio en Bruselas, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, describió la próxima reunión de líderes China-UE como un evento significativo que se celebra en un momento crucial.
Wang afirmó que China espera colaborar con la UE para resumir la valiosa experiencia y las importantes perspectivas de los últimos 50 años de relaciones entre China y la UE, y trazar la dirección futura del diálogo y la cooperación para los próximos 50 años, enviando una señal clara, positiva y constructiva al mundo.
"Un punto clave en las relaciones actuales entre China y la UE es la necesidad de tener expectativas realistas. Ambas partes se enfrentan a múltiples desafíos, en particular, el impacto disruptivo de EE.UU. Esto ha obligado a China y a la UE a dedicar una energía considerable a gestionar estos cambios", declaró Cui.
Sin embargo, la UE parece estar considerando cada vez más su política hacia China a través de la lente de su estrategia estadounidense, sacrificando partes de la cooperación entre China y la UE para alinearse con las posiciones estadounidenses, continuó el experto.
"En este contexto, debemos evaluar las relaciones entre China y la UE con serenidad y realismo", añadió Cui.
Lazos económicos sólidos
La relación económica y comercial entre China y la UE se caracteriza por una fuerte complementariedad, declaró el lunes Zhao Junjie, investigador principal del Instituto de Estudios Europeos de la Academia China de Ciencias Sociales.
Zhao afirmó que, a lo largo de los años, incluso en períodos de enfriamiento de las relaciones políticas, el comercio y la inversión bilaterales se han mantenido siempre activos y sólidos, lo que demuestra la resiliencia y el dinamismo de la cooperación en este ámbito.
La cooperación bilateral ha dado resultados fructíferos, impulsando el desarrollo y el progreso mutuos, generando beneficios tangibles para casi dos mil millones de ciudadanos chinos y de la UE, contribuyendo significativamente a la paz y el desarrollo mundiales y sentando un ejemplo de cooperación mutuamente beneficiosa en la era de la globalización económica, afirmó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Nuestro volumen comercial anual ha aumentado de 2.400 millones de dólares a 785.800 millones de dólares. El volumen de inversión bilateral ha crecido de casi cero a 260.000 millones de dólares, según Guo.
Actualmente, dos sectores clave —la economía verde y la digitalización— destacan por su potencial para una colaboración más profunda, según algunos expertos.
Zhao afirmó que la UE lidera en tecnologías como la captura y el almacenamiento de carbono, mientras que China ha logrado avances significativos en energías renovables, como la eólica, la hidroeléctrica, la solar y los vehículos de nueva energía. "Con fortalezas tanto en escala como en tecnología, ambas partes tienen un gran potencial de colaboración en áreas como la protección del medio ambiente y las energías renovables en el marco más amplio de la economía verde", afirmó.
Además, en la economía digital, China posee claras ventajas en 5G, internet de las cosas, cadena de bloques, comercio electrónico y sistemas de pago digitales, con tecnologías maduras y aplicaciones generalizadas; mientras que, en contraste, la UE se enfrenta a ciertas deficiencias en este campo. Zhao afirmó que impulsar la facilitación del comercio, reducir los costos de transacción y mejorar la eficiencia mediante herramientas digitales son objetivos compartidos y áreas prácticas de cooperación.
En general, esta cumbre debería considerarse más como una oportunidad para la comunicación estratégica, en lugar de una mera "evaluación de desempeño" centrada en resultados concretos, afirmó Cui, señalando que estabilizar las relaciones entre China y la UE, fortalecer la confianza mutua y gestionar las diferencias son los objetivos con mayor valor a largo plazo.
"Siempre que ambas partes puedan comunicarse sobre algunos temas fundamentales y alcanzar cierto consenso estratégico, ya representaría un avance significativo", concluyó.