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"Tarjeta de Apoyo" brinda una mano amiga a los ancianos en apuros
Por Guo Yanqi
"Tarjeta de Apoyo"que Zhao Chen rediseñó y ahora ofrece gratis. (Foto: China Daily)
'Si necesitas ayuda, solo pégame un toque.' Estas palabras, impresas en una tarjeta roja sujeta a la mochila de Zhao Chen, se han convertido en una señal de cuidado a través de las abarrotadas estaciones de metro y las bulliciosas aceras de Xi'an, en la provincia de Shaanxi.
Apodada como "Tarjeta de Apoyo", invita a ancianos desconocidos a pedir ayuda. Detrás de la idea está Zhao Chen, de 39 años, quien ha pasado más de una década ayudando a adultos mayores, mucho antes de convertirse en voluntario a tiempo completo e innovador social. Su viaje comenzó en 2014. "Cuando nació mi hija, mi madre vino de nuestro pueblo rural para ayudarnos", recuerda Zhao. "Una vez, se perdió en el autobús y no pudimos contactarla. Un estudiante universitario la vio en aprietos y la llevó hasta el hospital".
Ese acto de bondad caló hondo en Zhao. Desde entonces, ayudar a ancianos desconocidos es su misión en la vida, especialmente aquellos de áreas rurales que navegan en entornos urbanos desconocidos.
"Reconozco esa mirada perdida y dudosa", asegura Zhao.
Ofrecer direcciones, cargar bolsas o simplemente preguntar "¿Necesitas ayuda?" se convirtió en parte de su vida diaria. Durante años, Zhao mantuvo sus actos en privado hasta principios de 2024, cuando se grabó ayudando a un anciano a encontrar una salida del metro. Publicó el video en Douyin, la popular plataforma de redes sociales china, donde resonó profundamente.
"La gente decía que el hombre les recordaba a sus propios padres o abuelos", precisa Zhao. "Los comentarios sinceros y positivos me alentaron para seguir adelante."
Un encuentro dejó una marca duradera. En septiembre de 2024, en una estación de metro de Xi'an, Zhao vio a un anciano moviéndose lentamente, con el cuello dolorosamente torcido por espondilitis anquilosante.El hombre, un ingeniero de Wuhan, provincia de Hubei, que había venido a apoyar el desarrollo del oeste de China, acababa de salir de un hospital y estaba luchando por regresar a casa.
Zhao le tomó la mano, lo guió a través de la estación, llamó a un taxi y lo acompañó de regreso. En el camino, desconocidos se unieron: un transeúnte le dio a Zhao efectivo para ayudar, un vendedor de comida ofreció una comida con descuento y bollos extras, y un taxista, conmovido por la historia, se negó a cobrarle. Cuando Zhao publicó la experiencia en línea, el video alcanzó más de 11 millones de espectadores. La abrumadora respuesta lo inspiró a pasar de actos individuales a crear una convocatoria abierta para la ayuda mutua.
La tarjeta original que Zhao sujeta a su mochila para ofrecer su ayuda a los residentes mayores en Xi'an, provincia de Shaanxi. (Foto: China Daily)
Comenzó con una hoja laminada A4 pegada a su mochila que decía "Si necesitas ayuda, tómame." Su mochila pronto contenía artículos prácticos, incluyendo pañuelos, agua, caramelos y medicamentos para el corazón.
Los seguidores en línea sugirieron un diseño más portátil. En diciembre de 2024, Zhao rediseñó el mensaje en una tarjeta y la ofreció de forma gratuita.
"Más de 800 personas se inscribieron de la noche a la mañana. Algunos dijeron que eso les dio confianza", sostiene Zhao.
Ese mismo año, inició el Pacto de Ayuda Mutua para Padres, una campaña de base que anima a los voluntarios a cuidar de los padres de otros cuando están lejos de los suyos. Desde entonces, cinco grupos de voluntarios se han unido a la red.
Hoy, la campaña ha crecido para incluir más de 7.600 voluntarios verificados en 34 regiones a nivel provincial en China, cada uno equipado con un kit que contiene la Tarjeta Pat, principios rectores y más. Los efectos en cadena de la iniciativa incluso han cruzado fronteras. Zhao ha recibido consultas de comunidades chinas en Malasia, Canadá y otros países, donde los voluntarios buscan seguir el mismo camino, ayudando a sus padres ancianos dentro de sus vecindarios locales.
Los miembros involucrados incluyen estudiantes universitarios, maestros, repartidores y trabajadores de la salud. Se conectan a través de grupos de WeChat, compartiendo historias y apoyándose mutuamente.
"Sin tarifas, sin certificados", aclara Zhao. "No dirijo una asociación. Solo les animo a ayudar donde puedan y cuando puedan".
Gran parte de la evolución del proyecto, desde los diseños de tarjetas hasta las pautas comunitarias, proviene de los comentarios de los voluntarios.Zhao también creó una "Tarjeta de Voz del Corazón" diseñada para adultos mayores. Incluye información médica y contactos de emergencia.
Con la privacidad en mente, Zhao está trabajando ahora con una empresa de tecnología para incrustar códigos QR y chips, permitiendo el acceso seguro a la información del poseedor.
Su próximo paso será una plataforma digital de ayuda mutua que permita a los voluntarios registrar su disponibilidad de tiempo y habilidades.
"Es un experimento de confianza social", enfatiza Zhao, "Será un sistema de apoyo descentralizado e impulsado por jóvenes.
"Ayudar a otros es ayudarme a mí mismo. Un día, yo también seré un anciano necesitado. Y espero que entonces, alguien se acerque y me pregunte, ¿mi padre, necesita ayuda?"