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Es hora de que las películas recuperen la narrativa de la Segunda Guerra Mundial

Por DIARIO DEL PUEBLO digital | el 08 de agosto de 2025 | 11:00

 Imagen del 4 de agosto de 2025 de un niño observando un cartel de "Justicia por los Muertos"("Dead To Rights") en un cine, en el distrito de Chaoyang de Beijing, capital de China. "Justicia por los Muertos", una película sobre la Masacre de Nanjing, ha mantenido su dominio en la taquilla estival de China y ha recaudado más de 1.500 millones de yuanes (unos 210 millones de dólares) en solo diez días desde su estreno el 25 de julio. (Xinhua/Zhu Weixi)

Por Zhou Xing

A medida que China conmemora este año el 80 aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa (1931-1945) y la Guerra Mundial Antifascista (Segunda Guerra Mundial), el filme chino “Justicia por los Muertos”("Dead To Rights") ha despertado emociones y llamado a la reflexión sobre las atrocidades japonesas antes y durante la Segunda Guerra Mundial y las contribuciones chinas a la victoria en esa guerra.

Estrenada en julio, “Justicia por los Muertos”, impactante argumento sobre la Masacre de Nanjing, es un poderoso recordatorio sobre la necesidad de una revisión a fondo sobre el sufrimiento y la resistencia del pueblo chino durante la guerra, valores que siguen estando subrepresentados en la gran pantalla, especialmente en aquellos filmes ambientados en la Segunda Guerra Mundial.

Las películas son uno de los vehículos más influyentes para dar forma a la memoria histórica. Sin embargo, en los filmes extranjeros, la resistencia del pueblo chino contra las fuerzas fascistas ha encontrado poca o ningún tipo de mención. Mientras que la guerra de resistencia del pueblo chino desempeñó un papel clave para lograr la victoria en la Guerra Mundial Anti-Fascista, esa realidad a menudo se pierde en la audiencia occidental, que prioriza narras las acciones ede los frentes de batalla europeos.

La guerra de resistencia del pueblo chino comenzó en 1931 con la invasión japonesa al noreste de China, y continuó a lo largo de un brutal conflicto de 14 años, que arrancó millones de vidas.

La brutalidad fascista en eventos como la masacre de Nanjing, en la que el Ejército Imperial Japonés asesinó a más de 300.000 ciudadanos chinos, está en la lista de las atrocidades más graves del siglo XX. Sin embargo, en los premios de cine internacionales, festivales e incluso en el discurso público, el sufrimiento del pueblo chino durante la guerra y su heroica resistencia han permanecido marginados, a menudo opacados por la narración occidental sobre la Segunda Guerra Mundial.¿Por qué persiste esta amnesia histórica?

El teatro europeo, marcado por la agresión militar de Hitler y el Holocausto, ocupa comprensiblemente el lugar central en la visión occidental, que reconoce la Guerra del Pacífico, pero a través de la lente estadounidense. Más a menudo de lo que se podría pensar, el protagonista es Pearl Harbor, la campaña de saltos de isla en isla y los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. Y la valiente resistencia de 14 años del pueblo chino es relegada a un segundo plano, a pesar de su significativo papel en plantarle cara a una parte considerable del ejército japonés, resistencia que influyó en el resultado de la guerra.

La percepción occidental no es el único problema. De hecho, la representación de la guerra en las películas chinas está lejos de ser consistente. Como resultado, la audiencia global, guiada por la narrativa occidental, no es consciente de esta realidad.

Durante las primeras décadas de la República Popular China, el enfoque de las películas de guerra estaba en fortalecer la nueva república y criticar el papel del Kuomintang, más que en ofrecer una visión más amplia sobre la guerra de resistencia del pueblo chino. Películas como “Guerra de Túneles” y “Guerrilla de Ferrocarril” se centraban en el heroísmo del pueblo chino, pero su marco era bastante pequeño, a menudo caricaturizando al débil enemigo. Si bien cumplían su función, esculpiendo la nueva identidad del pueblo chino y de su nación, carecían de la complejidad narrativa necesaria para llegar a un público global. Después del lanzamiento de la reforma y la apertura, se hicieron algunos sinceros intentos para ampliar el alcance de las películas de guerra. Producciones como “La Batalla de Taierzhuang” indagó en la historia de la guerra de manera realista, pero tales esfuerzos fueron escasos. Películas más recientes como “Los Ocho Cientos” y documentales como “El Hundimiento del Lisbon Maru” señalan un prometedor giro hacia narrativas de guerra más sofisticadas y realistas.

Sin embargo, por cada película de guerra seria solía haber muchos más dramas con tramas absurdas e inexactitudes históricas. Estos dramas, en los que los actores realizaban hazañas como "desgarrar a los enemigos en dos con sus propias manos", dañaron seriamente la credibilidad del género.Globalmente, estos defectos se amplifican, ya que las audiencias y críticos occidentales, no familiarizados con la historia bélica de China, son poco propensos a apreciar películas que carecen de profundidad histórica y excelencia cinematográfica. El resultado ha sido un bucle de retroalimentación: menos películas de alta calidad, menor reconocimiento global y una permanente ignorancia sobre la historia bélica de China.

Es por eso que películas como "Justicia por los Muertos” son vitales. No solo por la justicia histórica, sino también por la preservación de la memoria colectiva. La historia de la resistencia del pueblo chino contra el militarismo japonés merece un reconocimiento universal.

Si se realiza bien, el lenguaje audiovisual ofrece un mayor alcance y visibilidad para llegar a audiencias más amplias. Junto con la conmemoración de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Segunda Guerra Mundial, películas como "Justicia por los Muertos” tendrán el poder de recuperar el espacio narrativo. Al contar historias emocionalmente resonantes, históricamente sólidas y artísticamente atractivas, los cineastas chinos pueden reformular la comprensión global y la narrativa sobre la Guerra Mundial Antifascista.

El legado bélico de China no es solo suyo; es un legado compartido de la lucha de la humanidad contra el fascismo. Es hora de que el mundo vea este período de la historia en toda la extensión de su realidad.

El autor es exdecano de la Escuela de Artes y Comunicación de la Universidad Normal de Beijing y vicepresidente de la Asociación de Críticos de Cine de China.

(Web editor: Zhao Jian, 周雨)