- Más
Especial: Ancestral ceremonia purifica y abre camino a la Suprema Corte de México, elegida por elección popular
Por Edna Alcántara
MÉXICO, 1 sep (Xinhua) -- Con una tradicional ceremonia de purificación y la entrega del bastón de mando y servicio, símbolo del poder político y espiritual de los pueblos originarios de México y afromexicanos, inició este lunes la nueva era de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), elegida este año por vez primera en la historia del país por elección popular.
El abogado indígena mixteco Hugo Aguilar Ortiz, originario del estado sureño de Oaxaca, presidirá ahora el máximo tribunal mexicano y trabajará de la mano con otros ocho ministros y ministras, comprometidos a regirse "con otra visión, con otro espíritu y otro ánimo", en defensa del pueblo mexicano.
"El bastón de mando o de servicio, imprime un sello peculiar al don y la selección del servicio. En todos lados, asumir un cargo implica poder en el más estricto sentido de la palabra, poder de mandar, poder de disponer, poder de hacer y hasta deshacer, en los pueblos y las comunidades indígenas significa encabezar los trabajos, ser padre y madre del pueblo, tener la confianza de grandes, jóvenes, niños y ancianos, (...) quien toma el bastón de mando lo va a cuidar", sostuvo el nuevo presidente de la Suprema Corte durante la ceremonia tradicional de entrega de bastones de mando y servicio.
El ritual, encabezado por los 70 pueblos indígenas del país, se llevó a cabo en un evento público afuera de la sede de la SCJN, en que los indígenas evocaron a los llamados cuatro rumbos que representan los puntos cardinales (este, oeste, norte y sur). Así como la invocación a la deidades y abuelos (ancestros) abrir y guiar el camino a quienes de ahora en adelante se encargarán de velar por la justicia del pueblo mexicano.
La "Caracola de la Justicia" se escuchó en el acto en varias ocasiones como símbolo de la exigencia por un sistema judicial sin discriminación que resarza los agravios históricos sufridos por este sector de la población en México, mientras que mujeres sacerdotisas purificaron con incienso a los nueve ministros y ministras que conformarán la SCJN.
El marcado olor a copal, los trajes típicos de cada región, la música tradicional, un gran arreglo de flores que decoró los más de 6 metros de la puerta principal del Supremo mexicano, así como una ofrenda con velas, frutos y pan, armonizaron esta ceremonia protocolaria, la última fase de purificación de los ministros, Aguilar Ortiz y sus colegas del máximo Tribunal: Lenia Batres Guadarrama, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf, María Estela Ríos González, Giovanni Azael Figueroa Mejía, Irving Espinosa Betanzo, Arístides Rodrigo Guerrero García y Sara Irene Herrerías Guerra.
Según Aguilar Ortíz, el mando significa guiar al pueblo y su nueva misión es que "te impone la obligación de hablar por quienes no pueden hacerlo, defender a los más vulnerables".
Previo a este acto, el ministro presidente también participó en un acto simbólico de consagración de los bastones de mando, en el sur de la capital mexicana, donde habló con los ciudadanos y les garantizó que diferente a lo que era antes, la Corte se regirá con el pensamiento y el corazón y "no lo va a guiar el poder, ni el dinero, sino el servicio al pueblo".
"Estamos iniciando algo nuevo y yo quiero decirles que no sólo somos materia, también somos inteligencia y somos espíritu, por eso hoy quisimos iniciar nuestras actividades con la guía de nuestras sabias y nuestros sabios", remarcó al comprometerse en sanear el Poder Judicial de la Federación y de las entidades federativas, sanear la SCJN, pero también "acabar la corrupción, el nepotismo, la deshonestidad".
Aguilar Ortiz, de 52 años, es originario de San Miguel el Grande, distrito de Tlaxiaco, comunidad perteneciente a la región de la mixteca oaxaqueña. Cuenta con más de 30 años de trayectoria en el ámbito jurídico y el activismo. Su último cargo público fue como coordinador de derechos indígenas en el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
Ambos actos ceremoniales se desarrollaron previo a la toma de protesta de los 881 nuevos integrantes del Poder Judicial que fueron elegidos en la elección de junio pasado tras una controvertida reforma, en una Sesión Solemne en el Senado de México.
La elección judicial fue impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) y, además de proponer por primera vez la elección de jueces y magistrados por voto popular, disminuye el número de ministros del máximo tribunal y recorta sus mandatos, entre otras cosas.
De acuerdo con la máxima autoridad electoral de México, poco más de 13 millones de ciudadanos participaron en este ejercicio, celebrado en junio pasado que contempló importantes puestos dentro del Poder Judicial, entre ellos: 9 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); 2 magistraturas de la Sala Superior del Tribunal Electoral (TEPJF); 15 magistraturas de Salas Regionales del TEPJF; 5 magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial; 464 magistraturas de circuito, y 386 juezas y jueces de distrito.
México, que además de arrancar con esta nueva fase en el poder judicial, inició este lunes con importantes actos políticos, iniciando con la presentación del Primer Informe de Gobierno de la primera presidenta del país, Claudia Sheinbaum, así como con el inicio de sesiones del Congreso mexicano, compuesto por la Cámara de Diputados y el Senado.