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China adopta la movilidad en dos ruedas como solución ecológica para el transporte urbano
Personas en bicicleta por una carretera rural en la aldea de Guanlu, condado Qianxian en Huangshan, provincia de Anhui, este de China. (Foto/Xu Jiadong)
Por Han Xin, Diario del Pueblo
El panorama del transporte urbano en China se caracteriza cada vez más por la movilidad en dos ruedas, principalmente bicicletas y patinetes eléctricos, que se ha convertido en un componente vital del desarrollo urbano sostenible.
Según la Asociación China de Bicicletas, el número de bicicletas en China ha superado los 200 millones, con 380 millones adicionales de vehículos eléctricos de dos ruedas en uso. Los urbanitas chinos utilizan bicicletas o bicicletas eléctricas en aproximadamente 30 de cada 100 viajes que realizan. Las cifras indican un cambio en China, donde la creciente conciencia ambiental está impulsando a más personas a optar por alternativas de dos ruedas bajas en carbono.
"Las bicicletas y las bicicletas eléctricas son ideales para los desplazamientos urbanos de corta y media distancia. A medida que la salud y la sostenibilidad se convierten en prioridades públicas, la movilidad en dos ruedas sigue cobrando impulso", afirmó Guo Wenyu, vicepresidente y secretario general de la asociación.
Un informe de 2024 sobre movilidad ecológica indica que, entre 2021 y 2023, el trayecto medio en bicicleta urbana se alargó de 12,6 minutos a 13,88 minutos, especialmente en horas punta, cuando estos medios de transporte ofrecen un notable ahorro de tiempo. En comparación con los vehículos tradicionales, la movilidad sobre dos ruedas también ofrece claras ventajas en términos de rentabilidad e impacto ambiental.
El uso diario del transporte sobre dos ruedas reduce las emisiones nacionales de carbono en aproximadamente 10.000 toneladas, lo que equivale a un ahorro de 6,6 millones de litros de gasolina, con un consumo medio de combustible de 8 litros cada 100 kilómetros. Solo en 2023, esta reducción ascendió a 4,29 millones de toneladas, lo que se traduce en un ahorro ambiental de aproximadamente 2.600 millones de yuanes.
La creciente popularidad de la cultura ciclista ha impulsado aún más esta tendencia. El turismo de "cicloturismo" se está popularizando, con más de 18 millones de aficionados al ciclismo y más de 100 millones de ciclistas habituales en toda China. Las bicicletas compartidas se han convertido en un pilar del transporte público urbano, con más de 12 millones de unidades en funcionamiento y aproximadamente 24 millones de viajes diarios. Avances tecnológicos, como el seguimiento de bicicletas mediante BeiDou, han mejorado la eficiencia de los servicios de bicicletas compartidas.
Meituan, un importante proveedor, reportó más de 10.000 millones de kilómetros recorridos a través de su plataforma compartida de dos ruedas el año pasado, evitando más de 580.000 toneladas de emisiones de carbono. Según un ejecutivo de Meituan, aproximadamente el 23% de estos viajes reemplazaron los que de otro modo se habrían realizado en automóvil.
A medida que los sistemas de transporte urbano continúan modernizándose, la integración del ciclismo con el transporte ferroviario es cada vez más frecuente en las ciudades chinas. Para facilitar esta conectividad multimodal, los gobiernos locales están mejorando la infraestructura mediante la construcción de pasarelas peatonales protegidas, la ampliación de los aparcamientos para bicicletas y la designación de zonas de estacionamiento cerca de las estaciones de transporte. Estas iniciativas buscan crear transiciones fluidas entre la movilidad en dos ruedas y el transporte público, reforzando la transición hacia un transporte urbano más ecológico.
De 2021 a 2023, la proporción de viajes en bicicleta cerca de las estaciones de transporte ferroviario aumentó de forma constante en todo el país. Cabe destacar que el uso de bicicletas eléctricas en las cercanías de estos centros aumentó un 13 % en 2022 y un 11,3 % adicional en 2023, lo que subraya su creciente importancia en la conectividad del último kilómetro. Guo observó que las bicicletas eléctricas gozan de una mayor preferencia frente a las bicicletas tradicionales, ya que su funcionalidad se adapta mejor a las demandas de los desplazamientos urbanos de corta distancia.
En una innovación reciente, la Nueva Área de la Costa Oeste de Qingdao lanzó en junio 200 bicicletas compartidas impulsadas por hidrógeno. Estas bicicletas, que se pueden desbloquear mediante escaneo móvil, ofrecen un repostaje más rápido y una autonomía de hasta 100 kilómetros, superando a las bicicletas eléctricas tradicionales tanto en comodidad como en eficiencia.
A medida que crece el inventario de bicicletas en China, la gestión del final de su vida útil se ha convertido en una preocupación cada vez más acuciante. Muchas regiones están adoptando prácticas de economía circular para la retirada y el reciclaje de bicicletas. En la Gran Área de la Bahía de Guangdong-Hong Kong-Macao, la tasa de reciclaje de bicicletas ha alcanzado aproximadamente el 25%, mientras que el sector de bicicletas compartidas ha logrado un reciclaje y reutilización casi total de unidades fuera de servicio.
"La movilidad en dos ruedas ha evolucionado de un modo de transporte básico a un estilo de vida más saludable y sostenible", señaló Guo. "Cada vez más personas usan la bicicleta no solo para desplazarse, sino también para explorar sus ciudades, trazando sus vidas a través de las rutas que toman". Con el continuo desarrollo de infraestructuras y la creciente conciencia ambiental, se prevé que la movilidad en dos ruedas siga siendo un motor clave del desarrollo urbano sostenible.
Bicicletas compartidas impulsadas por hidrógeno están a punto de lanzarse en el distrito Xindu de Chengdu, provincia de Sichuan, suroeste de China. (Foto/Li Xiangyu)
Una mujer compra un scooter eléctrico en el municipio de Shuangjiang, condado autónomo de la etnia Dong de Tongdao en Huaihua, provincia de Hunan, en el centro de China. (Foto/Hu Xianbing)