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Teatro Colón de Bogotá celebra 133 años de vida y conmemora con tambores, gaitas y acordeones
Al ritmo vibrante de tambores, gaitas y acordeones, el histórico Teatro Colón celebró el domingo sus 133 años de historia como el primer teatro público de Colombia. En una noche colmada de música y memoria, también se conmemoró el Día de la Diversidad Étnica y Cultural, una fecha que resignifica el tradicional "Día de la Raza" celebrado cada 12 de octubre, y que hoy busca exaltar la pluralidad de identidades que componen la nación.
Con el aforo completo y la emoción palpable en cada uno de sus palcos, el público disfrutó de un recital a cargo de Carmelo Torres, uno de los grandes maestros vivos de la cumbia colombiana, en el marco de una celebración que resaltó el valor de las expresiones culturales como puentes de encuentro, resistencia y transformación social.
El evento fue presidido por la ministra de las Culturas, las Artes y los Saberes, Yannai Kadamani, quien destacó para Xinhua el significado histórico de esta fecha y la necesidad de reescribir las narrativas oficiales desde una mirada inclusiva.
"Hoy celebramos los 133 años del Teatro Colón, un teatro que nació un 12 de octubre para conmemorar lo que llamaron el descubrimiento de América o el 'Día de la Raza'. Hoy entendemos que no hay tal día de la raza, que lo que celebramos es la diversidad étnica que hay en nuestro país", dijo la ministra.
Kadamani agregó que "este teatro es el teatro de todas esas memorias, narrativas, culturas que existen en Colombia, y lo celebramos con Carmelo Torres, maestro de la cumbia colombiana, para que nos cuente un poco de la historia y de la memoria del Caribe".
La ministra calificó a la cumbia como el género musical en el que confluyen las vertientes africana, europea e indígena americana que componen hoy día a la nación sudamericana.
"Así como tantas otras culturas han pasado por este escenario y hoy el Teatro Colón es encuentro entre pueblos, entre todos ellos", expresó Kadamani.
Por su parte, Xiomara Suescún, directora del Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella -entidad que ahora dirige el Teatro Colón-, abrió la velada recordando los orígenes del teatro, inaugurado el 12 de octubre de 1892, en el marco de los 400 años de la llegada de Cristóbal Colón al continente.
Suescún resaltó el carácter simbólico del teatro como espacio de expresión y transformación social: "un escenario para vivir la belleza de lo humano y para reconocer nuestras posibilidades de existir en el mundo sin miedo".
La directiva rememoró grandes hechos de la historia de Colombia ocurridos dentro del teatro, como la firma de los acuerdos de paz firmados entre el Gobierno y la extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en noviembre de 2016.
"En 133 años de historia, este escenario ha sido un reflejo de nuestras tensiones y disputas, de nuestros horizontes y de nuestros sueños manifestados en las artes y las culturas, y sobre las decisiones sobre el tipo de teatro público que ha sido y hoy es, una decisión que no debe ser de un Gobierno, sino de la sociedad entera a la que le pertenece el teatro", dijo Suescún.
La conmemoración no se limitó al concierto. Durante todo el fin de semana, el Centro Nacional de las Artes extendió la celebración con talleres, conversatorios y presentaciones al aire libre de agrupaciones de cumbia, tanto en la plazoleta central del complejo como frente a la entrada principal del teatro.
Entre los artistas que participaron se destacó la presencia de Diana Burco, cantautora y acordeonera, quien acompañó el recital de Carmelo Torres.
Burco expresó a Xinhua el poder que tiene la cumbia, ya que "hoy por hoy, nos hemos dado cuenta de que la cumbia tiene muchos sabores, muchos colores, ha llegado a muchos lugares, a muchas etnias, acompañado esta diversidad".
"La cumbia significa para mi resistencia, al igual que el día de la Diversidad Étnica y Cultural que reúne la fuerza de los pueblos afro e indígenas que fueron oprimidos, pero hoy subsisten", dijo por su parte a Xinhua María Alejandra Granada, actriz y deportista presente en la celebración.
La celebración en el Teatro Colón fue más que una fiesta: fue un acto de memoria, reivindicación y esperanza. Un recordatorio de que la diversidad no solo se celebra, sino que también se defiende y se vive a través del arte.