español>>Cultura-Entretenimiento

Luis Cuenca Castro: abrir puertas de amistad a través del cine

Por DIARIO DEL PUEBLO digital | el 21 de octubre de 2025 | 10:08

Por Claire Ding y Yu Ying

En el corazón de la Península Ibérica, Madrid, la vibrante y bulliciosa capital de España, sirve como un cruce de culturas y creatividad. En medio del calor del verano, Our China Stories se reunió con el cineasta español Luis Cuenca Castro en el Instituto Cervantes, donde actualmente se exhibe su exposición temporal “China 354”. Aunque nació en Madrid, Castro ahora considera a China su hogar, un país que también ha descrito como una mina de oro para la realización cinematográfica. A través de su trabajo, busca contar historias auténticas sobre China y su gente, fomentando el diálogo entre China y el resto del mundo.

Castro admite que su decisión de desarrollar una carrera cinematográfica en China fue inesperada.

“Vine a China por primera vez en 2013 y, sinceramente, no esperaba quedarme tanto tiempo,” explica. “Pero algo en este lugar simplemente me atrajo. China tiene tantas capas, contradicciones e historias que esperan ser contadas, especialmente en Pekín.”

Para Castro, el poder cinematográfico del país radica en la imprevisibilidad y la profundidad emocional.

“Incluso la vida cotidiana está llena de momentos que son a la vez íntimos y épicos”, señala.

En 2019, Castro lanzó “China 354”, una crónica visual de la China contemporánea que abarca una amplia variedad de temas y regiones. Castro comparte que el título se refiere al calendario lunar chino, que tiene un número diferente de días cada año. Cuando comenzó el proyecto en 2019, ese año tenía 354 días, lo que dio lugar a 354 películas de un minuto que ofrecen vislumbres de la vida diaria en toda China.En el Instituto Cervantes, la exposición se desarrolla en 24 pantallas sincronizadas, cada una titulada según un término solar chino (jie qi).

“Cada una muestra una secuencia continua de películas de un minuto”, explica Castro. “Es una manera de capturar el ritmo del tiempo, el paso de las estaciones y la diversidad de la experiencia humana”. Temas como la identidad, la memoria y la transformación son centrales en la estructura poética de la obra.

Castro espera que estos cortometrajes animen al público a disminuir el ritmo y observar.

“Hay mucho ruido en la forma en que China suele ser retratada en la política y los titulares de los medios”, asegura. “Quería ofrecer algo más tranquilo y humano”.

“China 354” ha sido bien recibido en China y muchos le han confesado a Castro que se han podido ver reflejadas en las películas, algo muy significativo para él.

Al llevar “China 354” a España, Castro espera mostrar una perspectiva personal y cercana sobre China.

“Como alguien de Madrid, es importante para mí construir un puente entre estas dos culturas durante el 50º aniversario de las relaciones diplomáticas entre España y China”.

Castro también ha realizado películas más largas sobre la vida en China. "Alegría Blanca" documenta un cortejo fúnebre que presenció en la provincia de Guizhou, lleno de música, color y comunidad. A través de la película, explora cómo diferentes culturas enfrentan la muerte y cómo el duelo puede ser una celebración de la vida. "Rey Toro" se adentra en la tradición de la tauromaquia en Guizhou, donde dos toros se enfrentan sin interferencia humana. Es completamente diferente a la tauromaquia española, señala Castro. No hay un espectáculo violento, sino un evento comunitario. La película reflexiona sobre cómo tradiciones similares adquieren significados distintos en diferentes culturas, abordando temas de fuerza, simbolismo y tradición.

Actualmente, Castro está trabajando en un documental de largometraje sobre el viaje en tren más largo del mundo, desde Yiwu, en la provincia de Zhejiang, China, hasta Madrid. Castro lo compara con una versión moderna de la antigua Ruta de la Seda, un viaje profundamente simbólico que reflexiona sobre lo que significa vivir entre estos dos mundos, explorando la globalización, la identidad y las historias humanas que se desarrollan durante el trayecto en tren.

“Quiero entender qué tipo de futuro estamos construyendo a través de estas nuevas conexiones y qué significa pertenecer en un mundo que está en constante movimiento”, sostiene Castro.

Al recordar su tiempo en China, Castro resalta el increíble ritmo de los cambios.

“Pero lo que no ha cambiado es la importancia de la familia, la fortaleza de la comunidad y el profundo respeto por la tradición”.

También ha sido testigo de una creciente apertura y curiosidad entre las nuevas generaciones en China sobre el mundo y sus deseos de conectarse más allá de las fronteras. Una y otra vez, Castro es recibido con calidez y generosidad por el pueblo chino. Recuerda con cariño, cuando filmaba en un pequeño pueblo de la provincia de Yunnan en China, que llegó sin hacer ningún plan, solo para ser invitado por una familia local a cenar juntos y pasar la noche. Juntos compartieron comida, historias y risas.

El objetivo de las películas de Castro nunca ha sido explicar China, sino explorar algo más profundo y universal: momentos de conexión emocional. Él cree que las historias, especialmente a través del cine, pueden abrir puertas y construir puentes duraderos de amistad entre personas, países y culturas.

Luis Cuenca Castro (Foto: Patrick Shead-Simmonds)

(Web editor: 吴思萱, Zhao Jian)