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Tecnología china impulsa producción sostenible de una cooperativa agrícola amazónica

Por Xinhua | el 26 de octubre de 2025 | 09:54

En el corazón de la Amazonia brasileña, en el municipio de Tomé-Açu, estado de Pará (norte), la Cooperativa Agrícola Mixta de Tomé-Açu (Canta) apuesta por la sostenibilidad y la innovación energética gracias a la tecnología china.

Con una inversión de unos 6 millones de reales (unos de 1,1 millones de dólares), la cooperativa comenzó a instalar paneles solares de fabricación china que se han vuelto imprescindibles para garantizar la producción de frutas tropicales como el açaí, el cacao, el cupaçú o la acerola.

"Todos los paneles solares que usamos son chinos. No hay producción nacional. En nuestra cooperativa matriz y en la agroindustria, toda la instalación proviene de China", resaltó en entrevista con Xinhua el presidente de la Canta, Alberto Kei Iti Oppata, agricultor de 60 años y descendiente de inmigrantes japoneses que fundaron la comunidad hace casi un siglo.

Según el dirigente, la iniciativa busca reducir los elevados costos de energía eléctrica, que alcanzan los 350.000 reales (unos 65.000 dólares) mensuales.

Los equipos fueron adquiridos a través de empresas brasileñas que importan directamente desde China. La instalación, que se encuentra en fase final, permitirá que la energía generada durante el día sea incorporada a la red eléctrica, reduciendo la dependencia de fuentes convencionales y las emisiones asociadas.

Oppata destacó que el uso de energía solar es fundamental para sostener la creciente demanda eléctrica de la cooperativa, especialmente por el uso intensivo de sistemas de irrigación. "El açaí es la fruta que más consume energía, porque necesita irrigación constante. Lo mismo ocurre con la acerola, el cupuaçú y la pimienta negra. La energía solar ayuda a compensar ese consumo y a mantener la producción en equilibrio con el medio ambiente", explicó.

Actualmente, alrededor del 10 al 15 por ciento de los 170 socios de la cooperativa ya utilizan sistemas solares propios. "Cada cooperado realiza su propio proyecto y financiamiento. El costo inicial aún es alto, por eso la prioridad suele ser primero instalar la irrigación. Pero cuando el productor logra aumentar su productividad, el siguiente paso es invertir en paneles solares", añadió.

Oppata, quien nació en Tomé-Açu y volvió a su tierra natal después de formarse y trabajar en São Paulo, dirige una propiedad de 120 hectáreas, de las cuales 50 están en producción y 40 ya cuentan con irrigación. Su objetivo es completar el sistema en toda el área cultivada de cacao, açaí y cupuaçú, y posteriormente instalar su propio sistema solar.

El presidente de la cooperativa subrayó que las energías limpias son una respuesta necesaria al cambio climático, que afecta de manera directa a la agricultura amazónica.

"Las temperaturas están más altas y las lluvias más irregulares. Hoy ya no es posible plantar sin irrigación. El productor que lo hace tiene pérdidas muy grandes", advirtió.

Frente a ese desafío, la Canta ha adoptado una estrategia basada en tres pilares: irrigación, energía solar y sistemas agroforestales diversificados. "Incentivamos a los socios a no practicar la monocultura. En los sistemas agroforestales con varias especies mezcladas, el suelo se mantiene más húmedo, se reduce el uso de agua y se mejora el confort de los trabajadores, que pueden trabajar bajo sombra", explicó Oppata.

El modelo de Tomé-Açu, reconocido por combinar productividad agrícola con conservación ambiental, se ha convertido en una referencia en sostenibilidad en la Amazonia. Los paneles solares chinos son parte esencial de esa transformación.

"La energía limpia que generan nos permite producir de forma más eficiente, reducir costos y cuidar del medio ambiente. Es el camino que queremos seguir", concluyó Oppata.

(Web editor: Zhao Jian, 周雨)