Brasil aprueba plan climático para cumplir objetivos del Acuerdo de París

Vista aérea tomada con un dron el 16 de noviembre de 2025 de la selva tropical y vías fluviales, en Belém, Brasil. (Xinhua/Wang Tiancong)

El Gobierno de Brasil anunció este martes la aprobación del nuevo Plan Clima, un instrumento estratégico que traza la hoja de ruta del país para cumplir sus compromisos bajo el Acuerdo de París y avanzar hacia la neutralidad de carbono, tras más de dos años de articulación intersectorial y 17 años después de la primera versión del plan, presentada en 2008.

El documento, aprobado la víspera por los ministerios que integran el Comité Interministerial sobre Cambio Climático, principal instancia de gobernanza climática del país, establece las directrices para la implementación de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) de Brasil.

A través de este compromiso, el país se propone reducir entre un 59 y un 67 por ciento de sus emisiones netas de gases de efecto invernadero hasta 2035, en comparación con los niveles de 2005.

La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, afirmó que el nuevo Plan Clima refleja las particularidades nacionales y busca articular esfuerzos entre los gobiernos federal, estatal y municipal, el sector privado, la sociedad civil y la academia.

El objetivo, explicó, es impulsar un desarrollo sostenible, inclusivo y resiliente, capaz de insertar a Brasil de manera competitiva en la nueva economía baja en carbono.

El plan consolida los objetivos de la NDC brasileña y fija metas de reducción de emisiones para ocho sectores estratégicos: agricultura y ganadería; cambios en el uso de la tierra en áreas públicas y territorios colectivos; cambios en el uso de la tierra en áreas rurales privadas; energía; industria; transporte; ciudades, y residuos sólidos y efluentes domésticos.

Según el documento, Brasil aspira a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero desde los 2.040 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente registrados en 2022 hasta 1.200 millones de toneladas en 2030.

Para 2035, la meta se sitúa en una banda de entre 850 millones y 1.050 millones de toneladas, lo que representa una reducción de entre el 49 y el 58 por ciento respecto a los niveles de 2022.

El Plan Clima tiene como objetivo general orientar y catalizar acciones coordinadas para la transición hacia una economía de emisiones netas cero hasta 2050, al tiempo que promueve la adaptación de los sistemas humanos y naturales, bajo los principios del desarrollo sostenible y la justicia climática.

Además de las acciones de mitigación, el documento incorpora un robusto eje de adaptación, compuesto por 16 planes sectoriales y temáticos que abarcan áreas como salud pública, energía, transporte, agricultura familiar, gestión de riesgos y desastres, recursos hídricos, seguridad alimentaria, pueblos indígenas, igualdad racial, biodiversidad y turismo.

Las medidas de adaptación incluyen 312 metas sectoriales, que se ejecutarán mediante más de 800 acciones orientadas a reducir los impactos de los eventos climáticos extremos, con especial atención a las poblaciones socialmente más vulnerables.

El plan incluye también un conjunto de estrategias transversales, actualmente en fase de consulta pública, que abordan temas como transición justa, medios de implementación, educación, innovación, monitoreo, transparencia y el rol de las mujeres frente al cambio climático.

La elaboración del Plan Clima se apoyó en un amplio proceso participativo que incluyó decenas de talleres, reuniones técnicas y nueve plenarias territoriales en todo el país.

Más de 24.000 personas participaron en el proceso, que generó 1.292 propuestas para las estrategias nacionales de mitigación y adaptación, además de cerca de 3.000 contribuciones durante la consulta pública.

Según el Gobierno brasileño, el Plan Clima será objeto de evaluaciones bianuales y revisiones sistemáticas cada cuatro años, con el fin de actualizar metas, criterios de asignación de emisiones y mecanismos de monitoreo, en consonancia con la evolución de la ciencia climática y los compromisos internacionales del país.