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Persisten afectaciones para el café brasileño de cara a 2006 por aranceles de EEUU
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| Una expositora prepara café durante el Festival del Café de Sao Paulo, en Sao Paulo, Brasil, el 23 de junio de 2023. (Xinhua/Rahel Patrasso) |
El sector cafetero de Brasil advirtió que las distorsiones comerciales generadas por los aranceles impuestos por Estados Unidos aún persisten, pese a una recuperación parcial de los envíos.
El principal obstáculo sigue siendo el café soluble, que continúa afectado por elevados aranceles.
En entrevista con Xinhua, el director ejecutivo del Consejo de Exportadores de Café de Brasil (Cecafé), Marcos Matos, explicó que "el café soluble todavía recibe aranceles de 50 por ciento impuestos por el Gobierno norteamericano" tras haber eliminado la tarifa que se había impuesto entre agosto y noviembre para todos los tipos.
De cara a los desafíos de 2026, Matos indicó que el sector privado trabaja con autoridades brasileñas y con asociaciones estadounidenses para que esa tasa sea reducida en los primeros meses del próximo año.
El llamado "tarifazo" de Donald Trump contra Brasil iniciado el 6 de agosto en protesta por el juicio por golpismo contra el expresidente Jair Bolsonaro resultó en una elevación del precio del producto para los consumidores de Estados Unidos, país que es el principal comprador del grano brasileño.
Tras un 2025 marcado por el alza de los precios internacionales, al proyectar el escenario para 2026, Matos sostuvo que el sector ingresa al nuevo año con expectativas de una cosecha más favorable, aunque condicionada por factores climáticos.
"Entramos en 2026 con esperanzas de una cosecha mejor. Dependemos de una etapa crítica, que es el llenado del grano, que ocurre ahora en enero y febrero, y necesitamos que las lluvias sean regulares", afirmó.
De concretarse ese escenario, añadió, Brasil podría contar con mayores volúmenes y mantener precios aún rentables para los productores.
El balance de 2025, en tanto, estuvo marcado por una menor disponibilidad de café y por el impacto del "tarifazo" estadounidense.
Tras haber registrado en 2024 un récord histórico de exportaciones de 50,5 millones de sacos de 60 kilogramos, Brasil inició 2025 con niveles más bajos de existencias y con una cosecha inferior a la del ciclo previo.
Ese contexto se reflejó en el comercio exterior. Entre enero y noviembre de 2025, las exportaciones brasileñas de café sumaron 36,8 millones de sacos, un volumen 20 por ciento inferior al del mismo periodo del año anterior.
La menor oferta, sin embargo, impulsó los precios internacionales.
"El precio medio fue de 387 dólares por saco, lo que representa un aumento de 60 por ciento frente a 2024", precisó el directivo.
Como resultado, los ingresos por exportaciones alcanzaron niveles récord: generaron 14.300 millones de dólares entre enero y noviembre de 2025, un crecimiento de 25 por ciento interanual y un monto superior al total registrado en todo 2024.
La fuerte suba de los precios también se reflejó en el mercado interno a lo largo de 2025 y la tendencia apunta a una moderación de los valores, aunque sin un retorno a precios bajos.
"El clima está ayudando a la cosecha actual, pero venimos de varios años con problemas. Las plantaciones todavía no se recuperaron lo suficiente como para atender toda la demanda", explicó por su parte el investigador del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea), Renato Garcia Ribeiro.
Ribeiro recordó que el café es un cultivo bienal, por lo que tras un año de mayor cosecha, el siguiente tiende a ser más débil.
Para el gerente de Consultoría Agro del banco de inversiones Itaú BBA, Cesar Castro Alves, las perspectivas climáticas para el cierre de 2025 y el inicio de 2026 son más favorable.
"Si el volumen de precipitaciones es adecuado en el primer trimestre del año que viene, los granos deberían desarrollarse bien, lo que puede aumentar la producción de arábica en Brasil y ayudar a recomponer los stocks globales", señaló Castro Alves.
No obstante, el especialista alertó que, hasta que la nueva cosecha llegue efectivamente al mercado, la oferta seguirá restringida.
La recolección comienza en abril, pero el café solo queda disponible para la comercialización a partir de septiembre, lo cual mantiene la presión sobre los inventarios.
Para la cosecha 2026/2027, el Itaú BBA, según un informe divulgado a la prensa, prevé que la producción mundial supere al consumo en unos 7 millones de sacos, aunque antes de ese ciclo la disponibilidad de café arábica seguirá ajustada y las exportaciones podrían continuar limitadas.
En ese contexto, el aumento de la demanda estadounidense también juega un papel relevante.



