BEIJING, 28 may (Xinhua) -- Al igual que duras campañas contra el terrorismo, se deben adoptar medidas para mejorar la calidad de vida a través de garantizar el empleo y la educación, a la manera de un toque suave, pero fundamental, para hacer frente a la amenaza.
A raíz de una serie de ataques terroristas sangrientos, la máxima dirección del Partido Comunista de China (PCCh) dio a conocer el lunes un paquete de políticas para administrar la región de Xinjiang, en el extremo occidental del país.
La creación de empleo es la máxima prioridad de la agenda, mientras que equilibrar la distribución geográfica de la educación también se considera prioritario.
La dirección del PCCh se comprometió a garantizar que al menos a una persona de las familias de empleo cero se le ofrezca un trabajo y educación secundaria superior gratuita en el sur de Xinjiang. Los niños chinos generalmente tienen derecho a nueve años de educación gratuita, que cubre las escuelas de educación primaria y de primer ciclo de secundaria.
Los dos enfoques están bien elegidos.
Los ataques terroristas en Xinjiang de los últimos años fueron iniciados por una minoría extrema que tiene sus propias características únicas. Sin embargo, los perpetradores también comparten similitudes: por ejemplo, la juventud, la pobreza, el desempleo o la poca formación académica.
La policía de Xinjiang desmanteló 23 grupos terroristas y extremistas religiosos y capturó a más de 200 sospechosos a principios de este mes. Muchos de los sospechosos tenían entre 20 y 30 años, personas que consumían videos de propaganda terrorista y audio en línea y a través de dispositivos de almacenamiento y que habían aprendido cómo hacer explosivos.
Los 11 presuntos terroristas buscados por la policía de Xinjiang en julio del año pasado habían recibido una educación máxima hasta el primer ciclo de secundaria.
Las autoridades policiales dijeron que muchos de esos sospechosos detenidos en los últimos años habían sido alentados por los productos de audio y vídeo proporcionados por los grupos terroristas de la periferia de China.
La falta de educación entre los jóvenes podría llevarles fácilmente a malinterpretar las enseñanzas islámicas, dejarles vulnerables a la instigación de los extremistas y hacer que sea difícil para ellos encontrar trabajo que les saque de la miseria.
La lucha contra el terrorismo implica tanto el toque "duro" como el "suave".
Por un lado, China ha prometido una dura represión y una estrategia preventiva contra los ataques terroristas. El país ha anunciado una operación antiterrorista de un año en todo el país, con Xinjiang como "el principal campo de batalla".
Por otro lado, el gobierno ha instado a esfuerzos para garantizar una vida mejor y un desarrollo más equilibrado para los residentes de todos los grupos étnicos de la región autónoma. Deben tener unos medios de vida y un futuro prometedor que disfrutar.
A pesar del crecimiento económico de dos dígitos en los últimos años, Xinjiang, que representa una sexta parte del territorio de China, todavía se queda a la zaga económicamente y tiene problemas de desequilibrio en la riqueza y el desarrollo.
La dirección del PCCh prometió medidas especiales el lunes para impulsar el desarrollo en el sur de Xinjiang, una zona habitada principalmente por uygures musulmanes frecuentemente atacada por terroristas y extremistas.
El liderazgo también dijo que China se adherirá a la estrategia de apertura en Xinjiang para convertirla en una zona central del propuesto Cinturón Económico de la Ruta de la Seda.
Las políticas, incluidas las relativas al empleo y la educación, señaladas el lunes, deben llevarse a cabo con mucho cuidado con el fin de proporcionar las herramientas a los jóvenes necesarias para disipar la hostilidad y promover la justicia social, y no dejar absolutamente ninguna posibilidad de penetración para las fuerzas terroristas en el ultramar.