RIO DE JANEIRO, 2 jun (Xinhua) -- El ex agente de la Agencia Central de Inteligencia y ex técnico de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense, Edward Snowden, quien se encuentra como refugiado en Rusia, aseguró haber pedido oficialmente asilo político a Brasil, algo que el gobierno brasileño siempre ha desmentido.
En una entrevista concedida a la televisión Globo desde Moscú, donde reside asilado desde hace diez meses, Snowden, uno de los hombres más buscados por los Estados Unidos, aseguró que su primera opción para refugiarse tras destaparse el caso de los informes secretos de la NSA que él reveló, fue siempre Sudamérica.
Aseguró que envió "pedidos formales de asilo a varios países, entre ellos Brasil", donde reside Glenn Greenwald, el periodista británico que publicó los documentos sigilosos del espionaje norteamericano.
El gobierno brasileño, por boca de la presidenta Dilma Rousseff, siempre negó haber recibido la petición formal de asilo de Snowden, quien se mostró esperanzado en la entrevista en lograr finalmente el asilo en Brasil.
"Me encantaría vivir en Brasil", dijo. "Nunca elegí quedarme en Rusia (donde bajó para hacer una escala mientras se dirigía a Ecuador), y donde pasó 40 días en el aeropuerto de Moscú a la espera de resolver su situación, tras cancelar Estados Unidos su pasaporte.
Los Estados Unidos piden la extradición de Snowden luego que este filtró miles de documentos ultrasecretos de los servicios de inteligencia estadounidenses, que fueron publicados por el diario británico "The Guardian" y que provocaron una gran polémica a nivel mundial.
Entre la información, se reveló que políticos como la canciller alemana Angela Merkel o la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, tuvieron su correo electrónico espiado, así como ministros e importantes empresas de varios países.
Los documentos revelaron también que la NSA controlaba las comunicaciones por internet y teléfono de todo el mundo, incluso de los ciudadanos estadounidenses. "Es como si los Estados Unidos hubieran contratado detectives privados para seguirnos a todos", destacó.
El año pasado, en una carta publicada por el diario Folha de Sao Paulo, Snowden ya anunció su intención de abandonar Rusia por Brasil, afirmando que podría colaborar en las investigaciones de las acciones de espionaje estadounidense en Brasil, a cambio de recibir asilo.
"Muchos senadores brasileños me pidieron ayuda en sus investigaciones bajo sospecha de crímenes contra ciudadanos brasileños (por parte del gobierno estadounidense)", dijo entonces, aunque el gobierno sudamericano no se pronunció al respecto.
Desde entones, Snowden reside en Rusia, país del que afirmó que "no es tan malo como parece. No es un país perfecto y discrepo fuertemente de muchas cosas, principalmente como controla internet y la censura a la prensa. Pero en el día a día, es mejor que estar en prisión".
El norteamericano, de 30 años, aseguró que no se arrepiente de haber revelado los documentos ultrasecretos. "Sentía que debía hacer esto público, con responsabilidad. Y la manera de impedir que mi opinión prevaleciera fue haciendo acuerdos con periodistas competentes, e instituciones serias, que confío, que irían averiguar las informaciones, equilibrar la cobertura, como "The Guardian, "Washington Post", "New York Times", la "Globo" y el"Der Spiegel"".
"Dejé la prensa libre hacer lo que hace mejor: ayudar a los ciudadanos a volverse electores informados, que piensen en que tipo de sociedad quieren vivir", manifestó. Para Snowden, el debate "no es sobre privacidad, es sobre libertad.
El equilibrio entre los derechos individuales y el derecho que el gobierno tiene de recoger informaciones. Si vigilamos cada hombre, mujer y niño, desde que nacen hasta que mueren, podemos decir que son libres.
"Es muy peligroso, porque mudamos nuestro comportamiento si sabemos que estamos siendo vigilados, Es una amenaza a la democracia", sostuvo.
Edward Snowden está acusado de traición por espionaje por el gobierno de los Estados Unidos, con base en una ley hecha en tiempos de guerra que prevé un juicio sin defensa pública, por lo que se niega a volver a su país.
El ex agente de la CIA también está acusado de haber entorpecido la relación de los Estados Unidos con países amigos, tras divulgar documentos en los que se apreciaba el espionaje a gobiernos y empresas de otros países.