BRASILIA, 11 jun (Xinhua) -- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó en un mensaje a la nación, a dos días de la apertura de la Copa del Mundo de Fútbol 2014, que el país está preparado "dentro y fuera del campo" para recibir el torneo.
Afirmó la noche del martes que recibir la Copa del Mundo es motivo de satisfacción, alegría y orgullo para Brasil, resaltando que por lo menos 3.000 millones de personas van a dejarse fascinar por el arte de las 32 mejores selecciones del planeta.
"En nombre del pueblo brasileño, saludo a todos los que están llegando para ésta que será, también, la Copa por la paz y contra el racismo", señaló.
Recordó que la selección brasileña es la única que disputó todas las Copas del Mundo realizadas hasta ahora y que siempre fue bien recibida, de modo que exhortó a retribuir esa generosidad "recibiendo calurosamente a quien nos visita".
Aseguró que Brasil venció los principales obstáculos y está preparado para enfrentar el desafío.
"En el partido, que comienza ahora, los pesimistas ya entran perdiendo. Fueron derrotados por la capacidad de trabajo y la determinación del pueblo brasileño, que no desiste nunca", afirmó.
Detalló las inversiones en estadios, infraestructura, aeropuertos, seguridad y transporte público que fueron realizadas para organizar el evento.
Aseguró que las cuentas de la Copa están siendo analizadas rigurosamente por los órganos de fiscalización y que si es comprobada alguna irregularidad, los responsables serán castigados con el máximo rigor.
En alusión a los críticos de la organización del torneo, afirmó que la Copa no representa sólo gastos, sino también trae ingresos al país y es un factor de desarrollo económico y social que genera negocios y crea empleos.
Destacó que el país que recibe esta Copa es muy diferente de aquel de la Copa de 1950, puesto que se ha convertido en la séptima economía mundial y líder en diversos sectores de la producción industrial y el agronegocio.
También que promovió uno de los procesos de distribución e renta más exitosos, de aumento del nivel de empleo y de inclusión social.
Resaltó que Brasil es un país que, aunque haya pasado hace pocas décadas por una dictadura, tiene hoy una democracia "joven, dinámica y pujante".
"Disfrutamos de la más absoluta libertad y convivimos con manifestaciones populares y reivindicaciones que nos ayudan a perfeccionar, cada vez más, nuestras instituciones democráticas", apuntó.
Dirigiéndose a los jugadores y la comisión técnica de la selección brasileña, dijo que uno de los legados de la Copa debe ser también la modernización de la estructura del fútbol brasileño y de las relaciones que rigen el deporte.
Según Rousseff, el pueblo brasileño "ama y confía en su selección", y subrayó que Brasil precisa retribuir a los deportistas todo lo que han hecho por el país.
"Viva la Paz! Viva La Copa! Viva Brasil!", concluyó la mandataria.