SANTIAGO, 16 jun (Xinhua) -- Los sectores más conservadores de la sociedad chilena presionan para impedir el aborto terapéutico, luego de que la presidenta Michelle Bachelet anunció que presentará una iniciativa de ley al respecto en el segundo semestre.
Los partidos de derecha expresaron su rechazo a que se legisle al respecto, al entregar hoy una carta firmada por casi todos los senadores de derecha, donde se le pide a Bachelet modificar la posición que fijará ante Naciones Unidas el próximo 19 de junio, cuando Chile responda en Ginebra, Suiza, a una serie de recomendaciones.
El examen Periódico Universal de Derechos Humanos (EPU), mecanismo que pertenece al Consejo de Derechos Humanos de la ONU y mediante el cual se examina cada cuatro años a los 192 estados miembros, solicitó a Chile legalizar o al menos despenalizar el aborto en determinados casos.
El gobierno elaboró un documento en el que acepta las recomendaciones y rechaza una sugerencia del Vaticano, que pedía respetar la vida desde la concepción.
La senadora de derecha, Jacqueline van Rysselberghe, dijo que en la carte se solicitó a la mandataria rechazar las observaciones en torno al aborto, de la misma manera que lo hizo en 2009, durante su primer mandato, y de la misma manera que lo hizo el ex presidente Sebastián Piñera a comienzos de este año.
El pasado fin de semana el ex presidente Piñera declaró que existen tres razones por las cuales es importante que prevalezca el "derecho a la vida por sobre el derecho al aborto".
Agregó que a nivel jurídico, la Constitución asegura a todas las personas el derecho a la vida y tanto la Corte Suprema como el Tribunal Constitucional han fallado invariablemente a favor de estos casos, mientras en un nivel práctico.
"Siempre es mejor optar por la vida. Porque aún si no tuviéramos certeza respecto del tratamiento jurídico que ha de darse a una vida humana en gestación, lo correcto y sabio es asumir una posición humilde, y optar por aquella que sea más favorable a la protección y desarrollo de esa vida", indicó el ex mandatario.
Pero la posición del gobierno de Bachelet es sólo aceptar el aborto terapéutico, que implica realizarlo cuando esté en juego la vida de la madre, cuando el feto sea inviable por sus condiciones de salud y en caso de violación.
Algunos sectores más liberales de derecha han expresado que aceptarán legislar sobre los primeros dos puntos, pero no así en caso de violación.
Al mismo tiempo, desde la coalición oficialista ya han surgido algunas voces contrarias sobre todo desde la Democracia Cristiana, donde un grupo de nueve destacados militantes y dirigentes expresaron su posición en contra de la medida.
A través de una declaración pública, titulada "La vida: derecho humano y compromiso", el grupo de democratacristianos encabezados por la ex senadora y ministra Soledad Alvear, plantea una serie de reparos en la pretensión de legislar sobre los tres casos expuestos por la presidenta.
"Todo individuo de la especie humana, desde la concepción, y cualquiera sea su condición, o las circunstancias de su procreación, participa de una igual dignidad. Una comunidad que respeta y promueve los derechos humanos debe proteger la vida de las personas que están por nacer", enfatizaron los democratacristianos.
"La existencia de casos límite, afortunadamente de muy rara ocurrencia, en que la única forma de salvar la vida de la madre supone aplicar una terapia que pueda acarrear como consecuencia inevitable no deseada la interrupción de un embarazo no constituye una verdadera hipótesis de aborto", agregaron.
La misiva de la derecha dirigida a Bachelet sostiene que la mejor manera de avanzar en la compatibilización del derecho a la vida del "no nacido" y de los derechos de las mujeres, supone el involucramiento activo y solidario del conjunto de la comunidad, familias, escuelas y asociaciones.
"Toca al Estado, por su parte, impulsar política públicas que apoyen a las madres en situación difícil y que faciliten la adopción de los niños no deseados", concluyeron los sectores de derecha.
Desde el año pasado, cuando se mencionó el tema en el debate presidencial, se ha observado un creciente apoyo a la posibilidad de abortar entre la población chilena.
Tras el anuncio de Bachelet de presentar esta reforma, el pasado 21 de mayo durante su discurso de la Cuenta Pública, la encuesta de radio Cooperativa y la Universidad Central indicó que 76,2 de las personas apoya la iniciativa.
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