La industria del sexo ha registrado un boom con los primeros días del Mundial en las principales ciudades mundialistas, donde las personas que ejercen la prostitución han tenido que aumentar sus precios debido a la alta demanda.
De acuerdo a la investigación del diario O Globo, el más beneficiado es el mercado de la prostitución de lujo, en el cual los profesionales sexuales han recibido ofertas para pasar tres semanas con extranjeros en la región de Los Lagos y Costa Verde a precios que alcanzan los 30 mil reales (174 mil pesos mexicanos)
En Sao Paulo, Viana Camille, de 24 años, impuso sus propias tarifas debido a la alta demanda: los brasileños pagan 300 reales (mil 700 pesos) por media hora; los extranjeros, por otro lado, principalmente estadunidenses, pagan 500 reales (dos mil 900 pesos), también por media hora.
Las tarifas van desde 174,000 pesos por tres semanas hasta 1,700 pesos por media hora
Previo al mundial, por ejemplo, las sexoservidoras cobraban el equivalente a dos mil pesos mexicanos, más el taxi, por dos horas de compañía o bien, el equivalente a 1.100 pesos mexicanos por una hora de compañía.
En Río de Janeiro, la principal actividad tiene lugar en la zona de Ipanema y Copacabana, donde de acuerdo a los trabajadores de bares y otros establecimientos, el movimiento ha sido “intenso” durante los primeros días de la Copa Mundial. A partir de las 17:00 horas, el lugar se llena completamente de extranjeros. Es precisamente en esta área donde se concentra la mayoría de los comercios sexuales en esa ciudad. En esa zona están más de 50 de cerca de 280 establecimientos dedicados a la industria del sexo.
Sin embargo, en Copacabana, de acuerdo a los profesionales del sexo, los tratos no siempre incluyen sexo.
“He atendido a muchos italianos y españoles que parecen estar bastante pobres. Un grupo de italianos, por ejemplo, llevó a cinco chicas a una suite de un hotel de cinco estrellas en Barra da Tijuca para ver el partido de Brasil contra Croacia. Sin que pasara nada",aseguró uno de los consultados por O Globo.
En la zona central, la segunda más concurrida de Río, hay servicios para todo tipo de presupuesto. En dicha zona se han instalado “privados” en edificios de departamentos y oficinas. Uno de estos sitios suele tener tres o cuatro cabinas en donde las mujeres pueden recibir a sus clientes a cambio del equivalente a 700 pesos por 20 minutos o 1.300 pesos por hora.
En Natal, el sexo está practicamente incluido en el paquete debido a que sus precios son mucho más módicos que los de Sao Paulo o Río. En la zona de Punta Negra hay jóvenes de 18 a 20 años que se ofrecen a extranjeros por la baja cantidad de 10 a 30 reales (entre 60 y 173 pesos).
La enorme demanda de sexo llevó a las autoridades brasileñas a implementar operativos para evitar que ocurra la explotación sexual de menores.
El 12 de junio pasado, fueron cerrados en Río de Janeiro un bar y un hotel acusados de permitir la prostitución infantil.
El Instituto Brasileño de Turismo, en tanto, lanzó una campaña contra la prostitución durante el mundial, donde se procuró no mostrar de forma “sensual” a quienes aparecen en la publicidad, para no vincular la imagen de Brasil con la de un lugar de turismo sexual.
(Editor:Felipe Chen、Rocío Huang)