La oposición chilena intenta presionar al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, y un ejemplo de ello fue el interrogatorio de hoy por supuestas faltas a la ministra de Vivienda, Paulina Saball, en el Congreso Nacional de la República de Chile.
La prensa nacional consignó este día que los partidos de oposición consiguieron llevar a cabo lo que en el país sudamericano se conoce como "interpelación", una figura legal donde los legisladores interrogan a un ministro ante presuntas fallas en su gestión.
A Saball se le interpeló por supuestos errores en la etapa de reconstrucción de la zona afectada por el terremoto que azotó el norte de Chile el 1 de abril pasado, de 8,2 grados de magnitud Richter.
Se le cuestionó, además, por el enorme incendio del 12 de abril que destruyó cientos de viviendas en la ciudad portuaria de Valparaíso, en el litoral central a 135 kilómetros de la ciudad de Santiago.
La interpretación desde el gobierno es que sus adversarios buscan mostrarse duros contra las actuales autoridades, al tratar de minar el respaldo de Bachelet que llega al 56 por ciento en las encuestas.
De acuerdo con las fuentes, el incidente político de este día puede ser el inicio de una serie de ataques comandados por la oposición.
El problema de fondo es que la reforma tributaria, la reforma a la educación y la posibilidad de una nueva Constitución, desmantelarán en gran medida el modelo económico y político del régimen militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Dentro de esta estrategia está el uso de la interpelación, ya que la oposición en el Cogreso (Cámara de Diputados con 120 miembros y Senado con 38) cuenta con los votos suficientes para ejercerla.
Durante el primer gobierno de la presidenta Bachelet (2006-2010) se produjeron siete interpelaciones a sus ministros, lo que no impidió que terminara su período con más de un 80 por ciento de apoyo entre la ciudadanía.
El bloque de partidos oficialistas Nueva Mayoría consideró la interpelación de este día como un "show político", antes que la manera de encontrar una solución a las familias afectadas por ambas catástrofes.
El diputado del Partido Comunista, Hugo Gutiérrez, afirmó que "esta interpelación es una mala práctica política. Es impertinente y carente de fundamentos".