Revocan sentencia de muerte a joven sudanesa que exigió libertad religiosa |
Fuente: Agencias
ACCRA, 24/06/2014(El Pueblo en Línea)-Un tribunal de apelación sudanés ha ordenado este lunes la «liberación» de la doctora Mariam Ishaq, quien, el pasado mes de mayo, era sentenciada a muerte por negarse a retractar de su fe cristiana, según anunció su abogado.
Solo unos días antes, Ishaq había dado a luz a su segundo hijo en la cárcel para mujeres de Omdurman, un suburbio de la capital de Sudán, Jartum, donde se encontraba a la espera de que se cumpliera su condena a morir en la horca. ¿Su delito? Convertirse al cristianismo y negarse a volver al islam.
Entonces, a la joven, que entonces se encontraba embarazada y convivía en prisión con su hijo de veinte meses, le fueron otorgados tres días para que abandonara su fe cristiana. Sin embargo, cuando el juez Abbas al Jalifa le preguntó el pasado 15 de mayo a Ibrahim si volvería al islam su respuesta no fue esquiva: «Soy cristiana», admitió.
Desde entonces, el caso ya había despertado una oleada de protestas. En virtud de ellas, el Gobierno de Sudán aseguró que la joven podría ser «liberada en apenas unos días». Abdullahi Alzareg, subsecretario del ministerio de Exteriores, calmó los ánimos de la comunidad internacional, aseverando que el país africano se comprometía a garantizar la libertad religiosa, así como a proteger a la mujer.
Precisamente, el cambio de actitud se producía después de que el primer ministro británico, David Cameron, pidiera a Jartum que revocara la sentencia a muerte impuesta a la joven.
A pesar de que el padre de la joven sudanesa era musulmán, esta fue criada por su madre, quien es cristiana. En este sentido, la condenada aduce que su padre se divorció de su madre cuando ella tenía tan solo seis meses, por lo que fue educada en el cristianismo.
Por ello, no se antoja conversión posible: la doctora creció en un hogar cristiano y nunca profesó otra fe. ¿Cómo va a volver al Islam si nunca fue musulmana?, es la pregunta clave.
Junto a la condena a muerte por apostasía, la Justicia sudanesa también declaró nulo su matrimonio, ya que la «sharía» (ley islámica) no permite que una mujer musulmana se case con un cristiano. No obstante su (ex)marido goza de un permiso carcelario para que pueda visitar a su (ex)esposa dos veces por semana y con una duración de veinte minutos en cada encuentro. En su última visita, Wani logró conocer, al fin, a su nueva hija, «Maya»