Cuatro barcos japoneses iniciaron la campaña de pesca de ballenas en el Pacífico Norte, casi un mes después de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya ordenara detener esta misma práctica, pero en el océano Antártico.
Las embarcaciones partieron desde el puerto Ayukawa, ubicado en la costa noreste de Japón, tras una breve ceremonia. Las autoridades niponas decidieron reforzar la seguridad en torno a la partida de los barcos ante las posibles protestas de activistas contrarios a esta práctica.
El objetivo de esta campaña es capturar un máximo de 51 ballenas minke (también conocidas como rorcual aliblanco), un 15 por ciento menos que el tope habitual de 60 capturas, según informó la agencia Kyodo.
La primera fase de pesca de ballenas en el Pacífico Norte se desarrollará entre hoy y el próximo 11 de junio y, según el Gobierno japonés, se lleva a cabo "con fines científicos".
La Agencia Japonesa de Pesca analizará el contenido del estómago de las ballenas en busca de posibles trazas de materiales radiactivos vertidos al mar a raíz del desastre nuclear de Fukushima, y posteriormente venderán la carne de los cetáceos para su consumo.