El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, condenó los recientes ataques con bomba ocurridos en los estados de Bauchi y Kaduna, en el norte y centro norte de este país.
Dos ataques contra aldeas del estado nigeriano de Kaduna ocurridos el lunes por la noche dejaron al menos 38 muertos y decenas de lesionados.
La policía del estado nigeriano de Bauchi confirmó hoy que al menos 10 personas murieron en un ataque perpetrado por hombres armados que desencadenaron el terror en un burdel.
En una declaración emitida hoy, el líder nigeriano expresó la determinación de su administración de presentar a los responsables ante la justicia.
El presidente expresó su pésame a las familias de los muertos en los ataques y su solidaridad con aquellos que resultaron lesionados o perdieron sus propiedades en los "ataques sin sentido ocurridos en los estados de Bauchi y Kaduna".
El gobierno también restaurará la seguridad al máximo posible en todas las partes del país, añadió la declaración.
En la declaración se indicó que el presidente ordenó a todas las agencias correspondientes seguir ofreciendo con rapidez la asistencia médica y humanitaria de emergencia a todos aquellos heridos o desplazados por los recientes ataques.
El líder exhortó a todos los nigerianos a dar su máximo apoyo y cooperación a las fuerzas armadas y a las agencias de seguridad que siguen trabajando sin cesar para poner fin a la amenaza de la inseguridad en este país en el menor tiempo posible.
El presidente suspendió el jueves su participación en la Cumbre de la Unión Africana en Malabo, capital de Guinea Ecuatorial.
Nigeria enfrenta actualmente diversos desafíos a la seguridad, uno de los cuales es la insurgencia de Boko Haram, un grupo que busca consagrar la ley islámica sharia en la Constitución de este país del oeste de Africa.