BEIJING, 28 jul (Xinhua) -- Dengfeng, una ciudad pequeña y tranquila de la provincia central china de Henan que es el hogar del Templo Shaolin, ha estado muy ocupada con la llegada de estudiantes de secundaria de Estados Unidos que quieren aprender kung fu.
Como parte del Campamento de Verano Puente Chino para Estudiantes de Secundaria de EEUU que Hanban, la sede del Instituto Confucio, organiza anualmente desde 2007, la sección de aprendizaje de kung fu duró del 20 al 23 de julio y a la misma asistieron 107 alumnos de secundaria estadounidenses.
Alex Frol, una joven de 18 años de edad de Oregon, fue una de ellos. Esta estudiante, que acaba de graduarse de la escuela secundaria, nació sin la pierna derecha y camina con la ayuda de un miembro artificial.
Pero su discapacidad no le impide disfrutar del placer de practicar kung fu.
"Me gusta el kung fu porque es muy divertido y me gusta hacer frente al reto de ver si puedo superarlo o no. Si puedo superarlo, voy a ser mucho mejor", relató.
"También me gusta mi maestro de kung fu. Me dice que soy muy buena y yo le aprecio. Sólo practico kung fu un par de días", dijo la joven, que explicó que en EEUU sólo se puede aprender en las grandes ciudades.
Pamela Herron, una profesora de la Universidad de Texas en El Paso, aseguró estar emocionada por visitar el Templo Shaolin y aprender el kung fu de Shaolin.
"Todo el mundo conoce el Templo Shaolin y el kung fu de Shaolin por las películas", indicó Herron, que visita China a menudo y cuyo marido es chino. "Esto es muy hermoso y me gustan el campo y las montañas", añadió.
Pero el campamento no sólo es para el aprendizaje del kung fu.
"Tratamos de integrar la enseñanza de kung fu con la enseñanza del idioma chino y la introducción de la cultura china, puesto que creemos que los estudiantes que están interesados en el kung fu pueden adquirir habilidades lingüísticas y aprender de la cultura china al mismo tiempo", expuso el subdirector del Instituto Profesional de Shaolin Wushu de Songshan, Guo Aixian.
El instituto es una escuela ubicada en Dengfeng que enseña el kung fu de Shaolin.
Herron apuntó, por su parte, que esperan que durante el proceso los estudiantes se entusiasmen con el aprendizaje del chino.
Scott Richter, un joven de 17 años de edad procedente de Oregon, afirmó que el chino es su segundo idioma y que ha estado estudiándolo durante casi cinco años.
"No lo hablo muy bien", dijo en chino el muchacho, quien agregó que está intentando "practicarlo más" comiendo con sus amigos chinos. "La comunicación me ayuda a hacer progresos", aseguró.