China necesita más “Marco Polos” |
Por Libin
Pekín, 23/07/2014(El Pueblo en Línea)-Siempre que los intercambios culturales no se suspendan, el diálogo entre las civilizaciones no se interrumpirá, y las brechas entre los conocimientos se rellenarán poco a poco con las caricias de los mensajeros culturales.
China necesita más “Marcos Polos”
Cuando los occidentales se encuentren con el “estilo chino”, ¿qué chispas saltarán? Hace más de 700 años, Marco Polo, con 17 años, partió hacia China y cuando llegó, exclamó que “se encontraba en el paraíso”. Hoy día, Hangzhou, la ciudad que le sorprendió eligió al “Marco Polo de la actualidad”. Li Mu, un suizo aficionado a la cultura china, destacó entre 26.000 candidatos y se dedicará el año que viene a la promoción del turismo de Hangzhou en todo el mundo.
El marketing del turismo ya no es algo novedoso en el extranjero, y emplear a un extranjero para la promoción siempre ha tenido éxito. El Buró del Turismo de Queensland, en Australia, eligió globalmente al administrador de la Gran Barrera de Coral, consiguiendo un efecto de publicidad de un valor de 110 millones de dólares por un coste de 1,70 millones de dólares. El salario anual de Li Mu será de 40.000 euros, y aunque todavía no se sabe el beneficio que producirá, la “economía de la atención” creada por Hangzhou es innegablemente una buena forma de difundir la fama de la ciudad.
China necesita más “Marcos Polos”
Las promociones y el marketing representados por extranjeros se ve hoy en día en toda China. Actualmente hay casi un millón de extranjeros que residen en China y cada año hay decenas de millones de extranjeros que entran y salen de China, entre quienes hay innumerables “pioneros” que buscan algo desconocido de China, y por lo que se convierten en portavoces de la imagen china. Marco Quito, un británico que vivía aisladamente en la Montaña Mogan y escribió el libro “Cuco de Chino”, hizo que la Montaña Mogan se convirtiera en un destino muy popular internacionalmente. Bill Poter, un estadounidense que visitaba a los ermitaños de la Montaña Zhongnan, se adentró en la región a lo largo del río Amarillo, y redescubrió la antigua Ruta de Seda, experimentando con sus propios ojos el encanto de la civilización china. Los voluntarios estadounidenses del “Grupo de Paz” , Peter Heisler y Michael Maier, quedaron entusiasmados por el camino de la modernización de China, y sus obras fueron reconocidas como lecturas obligatorias para conocer la China moderna.
Debido a la distancia geográfica y el desconocimiento cultural, en el pasado “una China imaginaria” dominaba el continente europeo. El emperador César se vistió de seda y provocó la aspiración de los romanos; el “País Dorado” en la obra de Marco Polo encendió el entusiasmo por el oro durante la gran época de la navegación. En Europa, durante la época de la Ilustración, incluso no estando China dominada por la Iglesia, tomaban como ejemplo los exámenes chinos para seleccionar a sus talentos. Sin embargo, estas bellas imaginaciones terminaban bajo cañones de hierro. En los tiempos modernos, desde la perspectiva de los occidentales, China fue una dinastía cerrada y débil, y después una “cortina de hierro oriental” o una “China politizada”. En un ambiente de conflictos entre países, China parecía inentendible y difícil de acercarse.
China necesita más “Marcos Polos”
Como dice el proverbio chino, las montañas nunca se reunirán pero las personas se encuentran. Desde Marco Polo, Ricci, hasta Henry Wilson, botánico británico que “abrió el jardín del Oeste de China”, Sven Hedin, quien descubrió la Ciudad Desaparecida de Loulan y quería “casarse con China”, y Edgar Snow, Agnes Smedley y Israel Epstein, quienes fueron a la base comunista durante los años de guerra, todos estos pioneros culturales tienen una característica común, que es medir con sus propias manos la riqueza china tanto natural como cultural en una situación de informaciones cerradas e intercambios atrasados.
Esta medición ha continuado hasta hoy día. Con un “estilo occidental” que presta mucha atención al viaje a pie, las investigaciones de campo y la experiencia personal han sido transmitidas en el campo cultural chino. China ya no existe solo en la imaginación, sino que se conoce como un país real y tangible. Ahora contamos con símbolos culturales como el Kunfu, los osos panda, la seda y el té, y aspectos culturales más concretos como la China rural, la urbanización, y las fábricas manufactureras, que constituyen conjuntamente una China tanto moderna como antigua, y una imagen de China más completa y explícita.
China necesita más “Marcos Polos”
George W. Bush, ex presidente estadounidense dijo cuando subió a la Gran Muralla que la muralla ha seguido siendo la misma durante toda su historia, mientras que China ha ido cambiando. Sin duda alguna, la muralla antigua destinada originalmente a las invasiones de otros pueblos, hoy día se ha convertido en un destino turístico lleno de gente. El cambio radical de la imagen china tiene su base interna e histórica, pero tampoco se pueden despreciar las “observaciones” innumerables de estudiantes, viajeros y exploradores extranjeros. Estamos convencidos de que siempre que los intercambios culturales no se suspendan, el diálogo entre las civilizaciones no se interrumpirá, y las brechas entre los conocimientos se rellenarán poco a poco con las caricias de los mensajeros culturales.