Por Edgardo Loguercio
BRASILIA, 26 oct (Xinhua) -- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), obtuvo este domingo la reelección en primera vuelta para un nuevo mandato de cuatro años.
Con la victoria, será el cuarto período consecutivo del PT en el poder, dando continuidad al proyecto iniciado con la asunción del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) en enero de 2003.
La reelección de Rousseff, de 66 años, ocurrió en los comicios más disputados de las últimas dos décadas, tras una tensa campaña en la cual la presidenta estuvo empatada la mayor parte del tiempo con el candidato opositor Aécio Neves, del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB, derecha).
La presidenta consiguió sacar ventaja en la última semana de campaña en virtud de una mejor evaluación de su gobierno entre electorado y a un mayor optimismo en el futuro de la economía, según revelaron las encuestas previas.
Las dificultades de la mandataria habían comenzado en la primera vuelta, cuando vio el ascenso vertiginoso de Marina Silva, la candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB), tras la muerte en un accidente aéreo del líder socialista Eduardo Campos.
Las aspiraciones de la candidata del PSB, sin embargo, comenzaron a perder fuerza con el debate en torno a su propuesta de dar independencia formal al Banco Central, que Rousseff atacó duramente denunciándola como una tentativa de dar un "cuarto poder" a los bancos.
Silva quedó en el camino y apoyó en la segunda vuelta al socialdemócrata Neves, quien arrancó la campaña delante de Rousseff, lanzando fuertes críticas a la mandataria por los escándalos de corrupción en la petrolera estatal Petrobras y por el débil crecimiento económico.
La presidenta enfrentó también la fuerte oposición del sector financiero y de grandes empresarios, que abiertamente se pronunciaban por un cambio de rumbo económico más favorable a los negocios y la iniciativa privada que proponía el candidato del PSDB.
A su favor, contó con el apoyo activo del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien mantiene una importante influencia entre el electorado, quien acusaba a Neves de representar a las viejas elites.
El voto que acabó definiendo la elección provino especialmente de los sectores populares y de las regiones más pobres de Brasil, beneficiarias de los problemas sociales y las políticas de creación de empleo y valorización del salario mínimo impulsadas por el PT.
En los últimos cuatro años, Rousseff amplió los programas sociales iniciados por el ex mandatario, con el aumento de los beneficios del Bolsa Familia, que otorga una renta mínima a más de 13 millones de familias en todo el país, y la creación del Brasil Sin Miseria, para erradicar totalmente la pobreza extrema en el país.
Entre otros programas que se destacaron en su primer mandato están el Ciencia sin Fronteras, con la meta de enviar al exterior a 100.000 estudiantes brasileños a hacer cursos de posgrado y el Más Médicos, que colocó 14.000 profesionales de salud en los lugares más pobres del país.
A pesar de haber tenido que enfrentar una ola de protestas sociales a mediados de 2013 y la falta de apoyo a sus propuestas por sectores aliados en el Congreso, Rousseff consiguió en su primer mandato importantes triunfos, como un gran impulso a la educación de alto nivel y el éxito organizativo de la Copa del Mundo 2014.
Durante la campaña electoral, Rousseff afirmó que preparó a Brasil para "un nuevo ciclo de desarrollo" y de transformaciones, destacando la creación de más de 5 millones de empleos formales durante su primer mandato, con la menor tasa de desempleo
La presidenta se comprometió a que en su gobierno los trabajadores no perderían derechos, ganando el apoyo de las principales centrales sindicales a su reelección.
El PT reivindica que desde 2003, las acciones gubernamentales contribuyeron para retirar a 36 millones de personas de la miseria, elevar otros 42 millones a la clase media, generar millones de empleos y duplicar el número de jóvenes en la educación superior.
A partir de su llegada al poder federal en 2003, el partido gobernante se fue convirtiendo cada vez más en una fuerza con mayor presencia nacional, ganando base social en las regiones más pobres de Brasil, como el Noreste y el Norte.
En esos lugares, donde los programas sociales tienen un fuerte impacto en el nivel de vida de la población, fue donde Rousseff obtuvo los porcentajes más altos este domingo.
(Editor:Felipe Chen、Rocío Huang)