Por Zhu Ping
Pekín,31/10/2014(El Pueblo en Línea)-Un proverbio chino dice "los hijos adultos no deberían alejarse demasiado por el bien de sus ancianos padres". Lamentablemente, a veces esta tragedia ocurre cuando la gente no sigue estos consejos.
Una de las más trágicas noticias de esta semana fue la muerte de una pareja de ancianos en Jiaxing, provincia de Zhejiang. El hombre de 73 años cuidaba a su mujer de 66 años, que sufría de la enfermedad de Alzheimer. Su hijo, apellidado Chen, que trabaja en Shanghai, solía mantener contacto regular con ellos. Incapaz de contactar con ellos durante tres semanas, Chen se trasladó hasta su pueblo y encontró los cuerpos de sus padres sin vida.
Los investigadores sospechan que el hombre murió en primer lugar, dejando a su mujer que, incapaz de valerse por sí misma, murió de hambre en cuestión de días.
Este tipo de tragedias no debería suceder en China, que está orgullosa de su tradición de "respeto hacia los ancianos y amor por los jóvenes", pero desafortunadamente, un número creciente de jubilados que viven en "nidos vacíos" en todo el país están muriendo por falta de atención. En Hangzhou, la ciudad conocida como "el cielo en la tierra", se registraron cuatro casos similares el verano pasado.
Debido a la urbanización y a la migración interna, muchos hijos adultos se ven obligados a vivir lejos de sus padres, y un gran número de ellos tiene que trasladarse a las grandes ciudades para ganarse la vida.
De hecho, la política de planificación familiar estricta desaceleró el crecimiento de la población en las últimas tres décadas y facilitó así la presión del desarrollo en China, pero también un duro golpe a la estructura familiar tradicional de China en la cual muchos ancianos vivían con sus hijos adultos. Muchos ancianos se vuelven vulnerables si sus hijos no están alrededor.
No dejes que tus mayores mueran en la oscuridad
Tal vez un mejor bienestar para la tercera edad habría evitado este tipo de tragedias, pero con el rápido envejecimiento de la población de China es casi imposible construir suficientes viviendas para dar cabida a todos los jubilados.
A finales del año pasado, China tenía más de 200 millones de personas mayores de 60 años. Pekín, por ejemplo, tiene unos 2 millones de jubilados y sólo 400.000 camas en centros de ancianos. Normalmente, se tarda 10 años en conseguir una cama en uno de estos centros, que suelen costar unos 2.000 yuanes al mes. Algunos solicitantes incluso mueren antes de conseguir una cama en un centro público. La situación es aún peor en las zonas rurales.
Liu Yanwu, un sociólogo, dice que el 80% de todos los suicidios registrados en las zonas rurales son cometidos por personas mayores, en su mayoría personas que sufren enfermedades, discapacitados y viudos.
China promulgó la ley sobre la protección de los derechos e intereses de las personas mayores el año pasado, que requiere que los hijos adultos que viven fuera de su casa visitar a sus padres ancianos más a menudo. La ley intenta abordar el problema social de un rápido envejecimiento de la población resaltando la piedad filial.
Los hijos no se deberían llevar toda la responsabilidad. El gobierno debe además destinar más fondos para construir nuevos centros de cuidado de ancianos, fomentar el capital privado para el sector de la atención de los mayores y subsidiar los centros privados para que sean asequibles para las familias ordinarias.
(Editor:Felipe Chen、Rocío Huang)