BOGOTA, 17 nov (Xinhua) -- El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, exigió hoy a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que deje en libertad a cuatro militares y a un civil, entre ellos un general del Ejército, que fueron capturados como rehenes en dos regiones del país.
El hecho mantiene en la cuerda floja las negociaciones de paz entre el Gobierno de Santos y las FARC, que el próximo miércoles cumplen dos años de conversaciones, que tienen lugar en La Habana, Cuba. Según el mandatario, los últimos hechos violentos de los rebeldes, que incluyen la muerte de dos indígenas, obligaron a suspender las conversaciones.
"Créanme, conversar en medio del conflicto es la forma más efectiva para ponerle punto final a esta absurda guerra. Lo anterior no significa que en el curso de las conversaciones no se puedan dar los primeros pasos para desescalar el conflicto, como ya lo venimos discutiendo desde hace algún tiempo con las FARC", afirmó el jefe de Estado en una alocución emitida por radio y televisión en la que explicó por qué suspendió las conversaciones de paz.
"Hay que ser claros: aunque estamos negociando en medio del conflicto, las FARC tienen que entender que a la paz no se llega recrudeciendo las acciones violentas y minando la confianza (...) Es el momento para que demuestren su compromiso con el proceso. Mientras esta situación no se solucione, les he reiterado a los negociadores del Gobierno que no podrán viajar a La Habana para reanudar las conversaciones", añadió el presidente.
Santos confió en la intervención de los tres países garantes del proceso de paz con las FARC (Chile, Noruega y Venezuela) para que se reanuden las conversaciones y luego de que sean liberadas las cinco personas retenidas.
"El compromiso de las FARC está puesto a prueba. De su decisión depende seguir avanzando hacia el fin del conflicto y la reconciliación. Siempre es más fácil optar por la violencia. Es de valientes optar por la paz. Y esa paz solo se construye con gestos de paz y con sentido de responsabilidad histórica", expresó.
Santos reiteró que uno de sus propósitos era la paz y reconoció que lograrlo no es una tarea fácil porque "a veces hay confusión sobre los avances que se han logrado, por desconocimiento y sobre todo,porque es difícil entender que, mientras se habla en La Habana, la confrontación sigue en el país".
Inicialmente, el jefe de Estado ordenó a las Fuerzas Militares "realizar todas las operaciones necesarias para dar con paradero" del general Rubén Darío Alzate, comandante de la Fuerza de Tarea Titán, y de otras dos personas secuestradas por la guerrilla de las FARC.
En las primeras horas de este lunes, Santos se reunió en la Casa de Nariño con los negociadores del Gobierno en el proceso de paz con las FARC. Por su lado, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, coordinó desde la ciudad de Quibdó (noroeste) los operativos de búsqueda de los dos militares y la civil secuestrados desde ayer por los rebeldes.
Por su lado, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reveló que aún no tiene información sobre una posible liberación por parte de las FARC del general y de sus dos acompañantes.
Patricia Rey, jefe de prensa del CICR en Colombia, informó que este organismo recibió una invitación del Gobierno para que sirva como facilitador en la liberación del general y de sus dos acompañantes, así como de los dos soldados secuestrados en Arauca.
La Delegación de la Unión Europea en Colombia "exigió la libertad inmediata y sin condiciones" del general Alzate y de sus dos acompañantes, según un mensaje en Twitter de esa entidad.
Entretanto, la Oficina de las Naciones Unidas en Colombia pidió hoy a la guerrilla de las FARC la liberación de cinco personas, entre ellas un general del Ejército, que fueron secuestradas y que ocasionó que el presidente Santos suspendiera los diálogos de paz con ese grupo rebelde.
"El Sistema de las Naciones Unidas en Colombia expresa su preocupación por la situación del general Rubén Darío Alzate, del cabo primero Jorge Rodríguez y de la abogada Gloria Urrego, según el Gobierno colombiano en manos de las FARC, en hechos ocurridos el 16 de noviembre en el departamento de Chocó, y también por los soldados Paulo César Rivera y Jonhatan Andrés Díaz, en manos del mismo grupo guerrillero desde el pasado 9 de noviembre en la región de Arauca", precisó ese organismo en un comunicado.
Las víctimas de las FARC condenaron el secuestro de los cuatro militares y la civil, y confiaron que pronto se reanuden el proceso de paz entre el Gobierno y los rebeldes.
Las FARC anunciaron en 2012 que dejarían secuestro extorsivo como método de lucha armada.