BEIJING, 20 nov (Xinhua) -- La nueva dirección de China ha seguido un nuevo tipo de diplomacia que muestra una creciente presencia de elementos "blandos" y una manera mucho más sincera y franca.
La recién concluida visita de Estado a Australia del presidente chino, Xi Jinping, representa un muy buen ejemplo.
Durante esta significativa y fructífera visita, los dos países elevaron su relación a una asociación estratégica integral y concluyeron prácticamente sus nueve años de negociaciones sobre el libre comercio bilateral.
Pero eso no es todo.
Además de todas las reuniones y conversaciones formales, el presidente chino preparó un viaje especial al estado de Tasmania (sureste australiano), para visitar a un grupo de estudiantes de escuela primaria que le habían enviado una carta en chino escrita de su puño y letra.
En su intervención en el Parlamento australiano en Canberra previo a su viaje a Tasmania, Xi manifestó a los legisladores que esos estudiantes habían descrito en su carta los singulares productos y hermosos paisajes del estado. "Sus palabras me han provocado gran curiosidad", reconoció el mandatario chino.
En una carta de respuesta, Xi y su esposa, Peng Liyuan, dijeron que estaban deseoso de visitar los paisajes de Tasmania mencionados por los estudiantes y esperaban hacer muchos más amigos australianos.
"Les damos la bienvenida para que viajen y estudien en China. Por favor, transmitan nuestros más sinceros saludos y mejores deseos a sus padres y maestros", escribieron.
Al llegar a Tasmania, Xi y Peng fueron calurosamente recibidos por una animada multitud de estudiantes, quienes le entregaron como presentes un oso de peluche, un libro y una especialidad culinaria local.
Junto con los niños, Xi plantó un árbol como símbolo de la amistad China-Australia y los instó a estudiar el idioma, la historia y la cultura chinos.
"Uno de los principales objetivos de mi visita (a Tasmania) es verlos a ustedes. Por favor, sigan escribiéndome. Me gustaría compartir sus buenas noticias", apuntó el mandatario chino.
En Tasmania, el líder chino también visitó a la familia del difunto premier de ese estado Jim Bacon, un gran amigo suyo.
Xi recordó el viaje de Bacon a China en 2001, cuando él era gobernador de la sureña provincia china de Fujian, que había establecido una relación de hermandad con Tasmania.
"Bacon me invitó a visitar Tasmania y yo acepté. He venido hoy (martes) aquí para cumplir la promesa que le hice", explicó el presidente, quien elogió a Bacon como un gran amigo del pueblo chino que contribuyó a los vínculos de China con Tasmania, así como con Australia.
Xi también alabó el compromiso de la familia de Bacon para promover los intercambios y la cooperación amistosos con China e invitó a sus miembros a visitar China.
La viuda de Bacon, Honey, dijo que su marido tuvo en vida sentimientos profundos hacia China y Fujian, y esperaba recibir a Xi en su ciudad natal. Agradeció además al presidente chino por haberse reunido con ellos, haciendo realidad el sueño deseado por Bacon durante mucho tiempo.
Honey, miembro de la Asociación de Amistad Australia-China, añadió que la familia de Bacon ha heredado la amistad tradicional con China. Su hijo mayor, Mark Bacon, consultor de negocios, indicó que participará de manera activa en la cooperación económica y comercial con China.
La familia de Bacon mostró a Xi las fotos de las visitas de Bacon a China. Honey ofreció a Xi como regalo una pintura al óleo de ella que muestra el paisaje natural de Tasmania.
Peng, quien acompaña frecuentemente a Xi en las giras al extranjero, también ha sido centro de atención por sus esfuerzos para promover los intercambios entre los pueblos y forjar lazos culturales.
En Nueva Gales del Sur, Peng visitó a una escuela local para niñas, donde fue recibida con una "danza del dragón", interpretada por estudiantes australianos vestidos con trajes tradicionales chinos.
En un aula de Confucio de la referida escuela, Peng alentó a las alumnas a estudiar bien el idioma chino para entender mejor la historia y la cultura de China e impulsar la amistad entre los dos países.
Como dice un antiguo proverbio chino, unas relaciones sólidas entre dos países dependen de la afinidad entre sus pueblos. Al dar un toque suave a su diplomacia, los nuevos líderes chinos demuestran al mundo la importancia que conceden a las relaciones exteriores, así como su firme compromiso para un desarrollo pacífico.