RIO DE JANEIRO, 5 dic (Xinhua) -- La presidenta brasileña Dilma Rousseff admitió hoy que la crisis económica internacional afectó "profundamente" a Brasil, y que la recuperación aún es frágil, lo cual exigirá más esfuerzos de la región para mantener los logros sociales de los últimos años.
"Todos nosotros sabemos que la recuperación de la crisis, que comenzó en 2008, todavía es frágil.
"Tenemos un cuadro difícil en Europa, una recesión en Japón, una recuperación en Estados Unidos", la cual todavía no muestra toda su fuerza, por tanto, es importante que los países de América Latina tengan capacidad para integrarse y cooperar más", indicó.
La mandataria hizo estas declaraciones desde Quito, Ecuador, donde participó en la Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Rousseff, reelegida en el cargo el pasado 26 de octubre, defendió el combate a la desigualdad y la defensa de la inclusión social que emprendió durante su primer mandato que está a punto de concluir, ya que el 1 de enero de 2015 inciará su segundo periodo.
Brasil se dispuso a avanzar desde el inicio de la crisis de 2008 en el combate a la desigualdad, al asegurar un crecimiento con inclusión social.
En las elecciones de octubre pasado "mostramos que, ante la crisis que nos afectó profundamente, defendimos sobre todo el empleo, y por esto mantuvimos una de las menores tasas de desempleo de toda la historia", reiteró Rousseff.
Para la jefa de Estado, en las pasadas elecciones brasileñas "salió vencedora la agenda de la inclusión social, del desarrollo con distribución de renta y, por tanto, del combate a la desigualdad y de la garantía de oportunidades, que caracteriza a América Latina en los últimos años.
"En Brasil logramos por cuarta vez consecutiva renovar el apoyo de la sociedad a un proyecto que combina la inclusión social, el combate a la pobreza y la búsqueda de la competitividad de la economía", comentó.
Según Rousseff, "en la coyuntura de crisis internacional, con caída en el precio de los "commodities" (materias primas) y principalmente del petróleo, el desafío del desarrollo es todavía mayor. Tenemos delante de nosotros compromisos históricos a cumplir, tareas cuya realización será crucial para nuestro futuro".
La presidenta concluyó que los países de la región ya mostraron que son capaces de "enfrentar muchos desafíos", y consiguieron aumentar la renta, disminuir el desempleo y reducir los niveles de pobreza; sin embargo, enfatizó que es necesario seguir por ese camino.
(Editor:Felipe Chen,Rocío Huang)