El Etna es un volcán activo en la costa este de Sicilia, entre las provincias de Mesina y Catania. Tiene alrededor de 3.322 metros de altura, aunque ésta varía debido a las constantes erupciones. La montaña es hoy en día 21,6 metros menor que en 1865. Es el volcán activo con mayor altura de la placa Euroasiática, el segundo en referencia a la Europa política después del Teide y la montaña más alta de Italia al sur de los Alpes. El Etna cubre un área de 1.190 km2, con una circunferencia basal de 140 kilómetros. En la mitología griega, el Etna era el volcán en cuyo interior se situaban las fraguas de Hefesto, que trabajaba en compañía de cíclopes y gigantes. El monstruoso Tifón yacía debajo de esta montaña, lo que causaba frecuentes terremotos y erupciones de humo y lava. El Etna es uno de los volcanes más activos del mundo y está casi en constante erupción. Aunque en ocasiones puede ser muy destructivo, no está contemplado como un volcán particularmente peligroso, y miles de personas viven en sus alrededores e incluso en sus faldas. La fertilidad de la tierra volcánica hace que la agricultura extensiva, con viñas y huertos, se extienda a lo largo de las laderas de la montaña. Debido a la reciente actividad volcánica y a su población, el Etna ha sido designado como uno de los 16 Volcanes de la Década por las Naciones Unidas. En junio de 2013 el Etna fue declarado Patrimonio de la Humanidad por resolución del Comité de la UNESCO.