Jamie McGoldrick, coordinador humanitario de la ONU en Nepal, dijo que la máxima prioridad es suministrar a los nepaleses vulnerables los elementos básicos para asegurar su supervivencia durante el monzón.
Poco antes del mediodía del 25 de abril, un fuerte sismo de 7,8 sacudió Nepal y dejó miles de muertos y heridos.
De acuerdo con la ONU, más de 500.000 viviendas fueron destruidas, otras 269.000 resultaron dañadas por los sismos y cientos de miles de personas siguen viviendo en refugios improvisados.