Parecía un presagio de una nueva sorpresa, tras el caída de Colombia ante Venezuela con anterioridad el mismo día, sin embargo, casi a los dos minutos siguientes, la figura del partido, Neymar Junior, marcó el empate, tras un cabezazo en inexplicable soledad.
Igualado el cotejo, el partido transitó con el dominio del balón de Brasil, que tenía en Neymar, armador del juego en ofensiva, como la figura excluyente, mientras Perú resistía el embate e hilvanaba juego con el empuje de Paolo Guerrero y el movedizo Cuevas.