Por Pau Ramírez
CONCEPCION, 30 junio (Xinhua) -- La selección argentina se clasificó para disputar la final de la Copa América tras golear por 6-1 a Paraguay, con una actuación estelar de Leo Messi, quien a pesar de no marcar, participó en cinco de los seis goles de la albiceleste.
Argentina no se dejó intimidar ni por la fría noche en Concepción ni por la siempre dura e incómoda Paraguay y salió dispuesta a dejar resuelta la semifinal desde el primer minuto, aunque le costó esfuerzos en los primeros minutos para encontrar espacios en la ordenada zaga guaraní.
El primer aviso del partido lo dio Javier Pastore, con un remate de volea en el minuto 11 que paró Villar sin demasiados problemas.
Apenas unos segundos después, una dura falta de Víctor Cáceres sobre Angel Di María en la banda izquierda supuso el primer gol del partido. Messi lanzó el balón al área, la defensa paraguaya no acertó en el despeje y Marcos Rojo, muy atento, se lanzó al suelo para empujar la pelota al fondo de la red.
Lejos de conformarse con el marcador a favor, la albiceleste siguió presionando a la defensa y el doble pivote guaraní para forzar su error. Así, Leo Messi robó gracias a su intensa presión un balón en su propio campo en el minuto 20, recorrió hasta la frontal y rodeado por rivales, asistió magistralmente a Pastore, quien sólo en la banda izquierda, se durmió demasiado y acabó chutando al cuerpo de Justo Villar, perdonando un claro gol.
Las cosas se pusieron aún peor para Paraguay cuando, en la jugada posterior, Derlis González, su jugador más técnico, se lesionó en una jugada en la banda derecha. Justo cuando era sustituido por Raúl Bobadilla, volvió a aparecer Messi, quien le brindó una gran asistencia a Pastore, pasando la pelota entre dos rivales, para que el jugador del PSG, entrando dentro del área en carrera, superara con un colocado disparo a Villar.
Los problemas continuaron acumulándose para el once guaraní de Ramón Díaz. Sí tras el primer gol perdió al jugador de más calidad en el césped, poco después del segundo tanto argentino fue su referente en ataque, el veterano Roque Santa Cruz, quien tuvo que abandonar el partido por problemas físicos, entrando en su lugar el goleador de la albirroja en el torneo, Lucas Barrios.
Igual que en el debut de ambos equipos en el torneo, cuando terminaron empatando a dos tras adelantarse la albiceleste 2-0 en la primera mitad, Paraguay sacó su orgullo y estiró sus líneas, ante una Argentina que bajó un pistón su intensidad con los dos goles a favor. Así, justo antes del descanso, Nelson Haedo Váldez se anticipó por alto a Pastore en el centro del campo tras un despeje de la defensa argentina y el balón le cayó a los pies de Barrios, que avanzó hasta la frontal para mandar un bombazo al fondo de la red de Sergio Romero.
En el descuento de la primera mitad, Bobadilla perdonó el empate, en una jugada dentro del área argentina en la que, tras dejar sentado en el suelo a Rojo, acabó mandando su disparo fa portería alto, sin oposición. Fue un susto que probablemente provocó la alerta del "Tata" Martino a sus jugadores en el vestuario y quizás una bronca, pero lo cierto es que Argentina salió con todo en la segunda mitad.
Cuando muchos espectadores aún no habían regresado a su asiento, Argentina recuperó una pelota en la zona de medios, el balón le llegó a Pastore y este lo abrió desde el centro a la izquierda, donde entró el "Fideo" Di María en carrera para batir al veteranoVillar y aparcar fantasmas. Paraguay se lanzó al ataque y estuvo a punto de provocar más de un error del portero y la defensa argentina con su presión, pero se encontró con un nuevo contraataque dirigido magistralmente por Messi. El capitán de la albiceleste cogió el balón en los tres cuartos de campo, se deshizo de Cáceres y tras un caño a Bruno Valdez, abrió el balón a la izquierda a Pastore. El portero paraguayo logró despejar el remate del argentino, aunque el balón le cayó a los pies de Di María, quien sólo en el otro lado de la portería, puso el 4-1 que enterraba cualquier intentó de reacción paraguaya.
Con el partido sentenciado, Gerardo Martino no quiso arriesgar y sustituyó a Javier Mascherano, apercibido de sanción, para dar entrada a Fernando Gago. No obstante, otro de los amenazados de sanción, Leo Messi, continuó en el campo, algo que es siempre un martirio para los rivales. El azulgrana continuó su festival repartiendo juego a sus compañeros y tras una buena combinación en el centro, abrió a la izquierda para Di María, quien la puso perfectamente en la cabeza de Sergio Agüero para que el pequeño delantero hiciera el quinto.
Agüero, que también estaba amenazado de suspensión, fue sustituido inmediatamente por Gonzalo Higuaín, quien a los pocos segundos de entrar, vio portería, nuevamente con Messi como asistente. Argentina presionó la salida de balón de Paraguay en la banda izquierda, y Pablo Zabaleta vio en el borde del área a Messi, quien rodeado de rivales, logró hacerle llegar la pelota al 'Pipita', para que a placer, superara a Villar.
El público terminó coreando el nombre de Messi, rendido a los pies del mejor jugador del mundo, y que este sábado jugará su tercera final con la albiceleste y la tercera en poco más de un mes, ante la anfitriona Chile, en lo que es la final esperada por todos desde el inicio del torneo.