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Superviviente holandesa de campo de concentración japonés pide reconocer historia

Actualizado a las 24/08/2015 - 16:43
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HEEMSTEDE, Holanda, 10 ago (Xinhua) -- Para Berthe Korvinus, una holandesa de 77 años de edad que pasó más de cuatro años de su infancia en campos de concentración japoneses en Indonesia, sus experiencias durante la guerra se han convertido en un motor para luchar en favor de la justicia para todas las víctimas.

"En este año que se conmemora el 70º aniversario de la Segunda Guerra Mundial. Espero que el primer ministro japonés Shinzo Abe finalmente reconozca, admita y se disculpe por lo que el ejército imperial japonés hizo a los asiáticos durante la guerra", dijo la superviviente convertida en activista en una entrevista con Xinhua.

Berthe nació en 1938 en Indonesia, en ese entonces Indias Holandesas Orientales, donde su padre trabajaba como misionero. En marzo de 1942, el ejército imperial japonés ocupó las Indias Holandesas Orientales. "Mi padre fue enviado a un campo de prisioneros de guerra en Bandung. Mi madre, mis dos hermanas y yo fuimos enviadas a Muntilan, un campo de reclusión para mujeres y niños", recordó Berthe.

Durante la ocupación japonesa se establecieron cientos de esos campamentos en las Indias Holandesas Orientales. Alrededor de 100.000 ciudadanos de las potencias aliadas y de otros países occidentales fueron recluidos, según cifras de "Memoria de Holanda", organización coordinada por la Biblioteca Nacional de Holanda.

Los adultos fueron sometidos a trabajos forzosos. Los niños sufrieron hambre y temor. "Si un niño hacía algo malo, su madre era golpeada. Era muy difícil para un niño. Un día, no se permitía una cosa y al otro día, era otra cosa lo que no se permitía. Así que uno trataba de no hacer nada. Uno trataba de ser invisible todo el tiempo. Sobrevivir era todo lo que uno podía hacer", dijo Berthe.

Más de 50 años después, Berthe todavía recuerda los detalles de muchos eventos particulares durante su "difícil época" en el campamento.

"En enero de 1944, los japoneses vinieron a llevarse a 15 mujeres jóvenes, de las cuales algunas sólo tenían 14 o 15 años. Las mujeres protestaron, pero los japoneses las amenazaron con sus espadas de samurái. Me escondí abajo de la cama para no tener que verlo, pero todavía escuchó lo que ocurrió".

Sólo con el paso del tiempo Berthe entendió de forma gradual que lo que vio fue una de las páginas más oscuras de la Segunda Guerra Mundial. Estas mujeres llevadas por la fuerza son conocidas como "mujeres de confort", un eufemismo para las esclavas sexuales de las que abusó el ejército imperial japonés antes y durante la guerra.

La historiadora holandesa Marguerite Hamer calcula que alrededor de 250 holandesas fueron parte de las 200.000 mujeres que fueron objeto de abusos en los inhumanos burdeles del ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial.

Berthe fue una de las entrevistadas cuando Hamer hizo la investigación para su libro "Geknate bloem (Flor herida)" sobre varias historias de las mujeres de confort holandesas, publicado en 2013.

Las historias reunidas por Hamer están incluidas en los archivos del Instituto Holandés de Estudios de la Guerra, el Holocausto y el Genocidio que será abiertos al público en 2078.

Berthe no quería esperar tanto para alzar la voz. Desde sus días en la universidad, siempre estuvo activa en los trabajos para ayudar al mundo en desarrollo, para combatir el tráfico de mujeres y otras causas que contribuyeran a la justicia para las víctimas. "Debido a mi experiencia en la guerra, intenté hacer cosas positivas", dijo Berthe a Xinhua.

La sobreviviente se sintió obligada a hablar por las víctimas holandesas de la guerra en la Indonesia ocupada por Japón. "En Europa, cierta gente no incluye a Asia cuando habla de la Segunda Guerra Mundial. Como europeos que han sufrido en Asia, estamos luchando por incorporar esa parte de la historia a lo ocurrido en Europa".

Holanda fue invadida la mañana del 10 de mayo de 1940. Cinco días después, las fuerzas holandesas se rindieron. Para el final de la guerra, más de 200.000 holandeses y holandesas habían muerto por causas relacionadas con la guerra. Más de la mitad de ellos fueron víctimas del Holocausto, judíos deportados y asesinados. Otros 30.000 murieron en las Indias Holandesas Orientales, ya fuera combatiendo a los japoneses o en los campos como prisioneros de guerra.

Actualmente, el 4 de mayo de cada año, Holanda conmemora a quienes murieron en la Segunda Guerra Mundial y en otros conflictos. Un día después, celebra su liberación de la Alemania nazi. El 15 agosto, el país también conmemora el fin de la guerra en Asia.

Lo que más resiente Berthe es la negación de los hechos históricos. Hasta ahora, el gobierno japonés no ha admitido su responsabilidad por la creación del sistema de "estaciones de confort" ni se ha disculpado de manera oficial con las ex "mujeres de confort".

En marzo de 2007, cuando Abe afirmó que "el ejército japonés no obligó a las mujeres a prostituirse durante la Segunda Guerra Mundial", Berthe publicó una carta de protesta en el diario holandés Trouw.

Simple y llanamente, Berthe narró lo que vio con sus propios ojos en el campo indonesio y lo que las ex "mujeres de confort" coreanas y filipinas le dijeron en numerosas conferencias en las que participó.

La superviviente holandesa también citó al profesor Yoshimi Yoshiaki, quien ha brindado una abundante documentación y testimonio para demostrar la existencia de alrededor de 2.000 burdeles militares japoneses en Asia.

"Conocí a Yoshimi en una conferencia sobre violencia contra las mujeres en la Universidad Waseda de Tokio en 1994. El profesor representa la otra parte de Japón. En japón también hay personas que están intentando hacer algo", dijo Berthe a Xinhua. "Si no conocen su historia y no respetan a las víctimas, será difícil lograr la paz y la amistad".

En 2012, Berthe publicó "Salto naar het leven (Salto a la vida)" una autobiografía sobre su lucha desde el campo de concentración.

"Mientras Abe no reconozca y admita lo que hizo su país, como en Nanjing donde cientos de miles de chinos fueron masacrados, y también en otros lugares de Asia, no habrá perdón. En este 70º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, debe haber reconocimiento y admisión y se debe pedir perdón de todas maneras", dijo Berthe.

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