Jóvenes mexicanos pintan mural de 20.000 m para contrarrestar violencia

Actualizado a las 25/08/2015 - 09:11

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La principal causa de muerte entre los jóvenes en México es la violencia; por ello, el gobierno del país impulsa un proyecto en el que un grupo de jóvenes elabora un mural de 20.000 metros cuadrados sobre más de 200 casas, como una estrategia para prevenir y contrarrestar la violencia en zonas vulnerables.

Palmitas, ubicada en la ciudad mexicana de Pachuca, Hidalgo (centro), es una de las comunidades más afectadas por problemas como el consumo y abuso de drogas y alcohol, embarazo adolescente, deserción escolar, falta de oportunidades laborales, informalidad y desempleo.

Por lo anterior, con una inversión de cinco millones de pesos (unos 312.500 dólares), el gobierno de México puso en marcha el proyecto "Pachuca se pinta", un modelo de prevención que conjunta estrategias de reconstrucción del tejido social, participación ciudadana y cohesión social.

"Palmitas se ha convertido en un sitio emblemático, no sólo por ser el mural más grande de México", expresó la subsecretaria de Prevención y Participación Ciudadana, de la Secretaría de Gobernación (Segob), Eunice Rendón, en entrevista con corresponsales extranjeros.

Lo es "también por ser un proyecto que ha derivado en la disminución de la violencia en la comunidad", explicó Rendón.

En este proyecto fue de suma importancia la participación activa de la sociedad civil organizada, el gobierno local, municipal y federal, así como una ciudadanía que pudo identificarse con el concepto y se apropió de los espacios.

En lo que se refiere a "Pachuca se pinta", Rendón dijo a Xinhua que este plan tiene como finalidad generar entornos que favorezcan la convivencia y seguridad como es el caso del macromural, que ha tenido gran popularidad en distintos países.

Rendón comentó que esta idea surgió en 2014 con el objetivo de reducir factores de riesgo vinculados con la violencia y delincuencia que colocaban a los habitantes de Palmitas, en particular a los jóvenes, en condición de vulnerabilidad.

La funcionaria explicó que el proyecto incluyó cuatro fases: la primera fue la socialización, en la que se ofrecieron pláticas para explicar a la población el proyecto.

La segunda etapa consistió en la limpieza de la colonia, misma que incluyó la pintura de más de 209 casas de color blanco, como símbolo de esperanza y de paz.

La tercera fase, continuó Rendón, consistió en realizar un diagnóstico de color en la colonia, realizar un consenso para elegir los colores que significan el alma de los habitantes en Palmitas.

Además, la representante del gobierno mexicano dijo que los jóvenes ya trabajan en el diseño de murales que contarán la historia, las costumbres y el presente en las calles de Palmitas.

Rendón adelantó que ya se encuentran en pláticas con la población de Cubitos, el cerro contiguo al de Palmitas, para ampliar el colorido mural y, de esta manera, integrar a los habitantes y prevenir la violencia en esa región con altos índices delictivos.

UN LENGUAJE VISUAL EN HONOR A LA COMUNIDAD

Los jóvenes, dirigidos por el artista visual mexicano Enrique Gómez Guzmán, alias "El Mybe", trabajan en la elaboración del mural, de 20.000 metros cuadrados, para rehabilitar y embellecer las viviendas en el cerro de Palmitas.

Gómez, fundador del colectivo Germen Crew, comentó en entrevista con Xinhua, que este proyecto es uno de los retos más grandes que ha tenido en su camino como artista, "hacer del lenguaje visual un homenaje a la comunidad, la arquitectura, la historia y el arte de México".

"El objetivo del proyecto tiene que ver con prevenir, con la integración comunitaria, disminuir los riesgos de violencia y lograr empoderar a la colonia como una colonia de transformación que recupera su dignidad y espacio público", expresó.

"El Mybe", quien formó parte de una pandilla en su adolescencia, cuenta que esta colonia sólo estaba formada por calles y casas descuidadas.

Hoy en día son "escenarios que permitieron un cambio que representa muchas posibilidades para que los niños y jóvenes que aquí viven puedan desarrollar su potencial a futuro".

"Con esta pinta planeamos dejar una semilla que germine y nos ayude a proteger a los habitantes de esta colonia", dijo.

Asimismo, Gómez Guzmán reconoció que cuando llegaron había diferencias entre dos grupos rivales, los de arriba y los de abajo del cerro.

"Pintar nos acercó a los vecinos, nos conocimos más entre todos. Aprendí los nombres de algunos y nos identificamos más, todos vivimos aquí y con las actividades nos conocemos más", relató.

La mayoría de estos jóvenes eran vistos como adictos, alcohólicos y peleoneros por su comunidad, ninguno trabajaba.

"Lo primero que hicimos fue contarles y mostrarles lo que hacemos, vimos ejemplos en Internet y ellos se motivaron. Sólo fue necesario explicarles una vez lo que debían hacer y de ahí empezamos", agregó Gómez Guzmán.

UNA OPORTUNIDAD DE VIDA

Omar, uno de los jóvenes residentes del cerro Palmitas que fueron contratados por el Germen Crew para pintar las fachadas de las casas, considera que ser parte de los trabajos es una nueva oportunidad para regenerarse y tomar un nuevo camino.

"Hoy la gente nos respeta y nos quiere, nos saluda por las mañanas y nos invita a pasar a sus casas, en ocasiones hasta café o de comer nos ofrecen", dijo.

Antes, comentó Omar, no éramos bien vistos. Nos señalaban como adictos y alcohólicos, nos peleábamos con otros jóvenes de las casa de abajo del cerro. No nos querían.

Por su originalidad y beneficios sociales, el proyecto "Pachuca se pinta" ha tenido un gran impacto en el país, dando paso a la erradicación de la violencia entre los jóvenes de Palmitas y sus alrededores.