Desfile del Día de la Victoria en Beijing transmite mensaje de paz
Han pasado 84 años desde que China fue arrastrada a la guerra a consecuencia de la invasión japonesa del nordeste del país en 1931. Durante los siguientes 14 años, más de 35 millones de soldados y civiles perdieron la vida o resultaron heridos en el que fue principal escenario oriental de la Guerra Antifascista Mundial.
Japón firmó su rendición formal el 2 de septiembre de 1945 y China celebró su victoria el día siguiente.
"La victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa es el primer triunfo completo logrado por China en su resistencia contra la agresión extranjera en tiempos modernos", declaró Xi en su discurso previo al desfile.
"Este gran triunfo abrió brillantes perspectivas para el gran rejuvenecimiento de la nación china y puso a nuestro antiguo país en la senda de un nuevo viaje tras lograr el renacimiento", declaró Xi en su discurso de unos diez minutos.
El mandatario chino subió una limusina negra de la marca nacional Bandera Roja para pasar revista a las tropas que se mantenían firmes a lo largo de la avenida Chang'an.
"¡Seguir el comando del Partido! ¡Luchar para ganar! ¡Actuar con una conducta ejemplar!" saludaron y proclamaron más de 10.000 soldados mujeres y hombres.
En la parte culminante de las celebraciones, helicópteros que llevaban la bandera nacional y la del Ejército Popular de Liberación (EPL) levantaron el telón para el largamente esperado desfile militar. Es el 15º desfile de China desde 1949. Los anteriores 14 se organizaron el 1 de octubre, el Día Nacional, para conmemorar la fundación de la República Popular China.
En la tierra, veteranos de la II Guerra Mundial, con medallas en el pecho, pasaron la plaza saludando en minibuses en medio de olas de aplausos.
Por primera vez, veteranos de fuerzas antijaponesas liderados por el Partido Comunista de China (PCCh) y el Kuomintang (KMT) que lucharon en favor de la liberación de la nación china de forma simultánea durante la II Guerra Mundial, participaron en un desfile militar de manera conjunta.
Desde lejos, los rostros de los veteranos aparecían serios pero animados. Únicamente un ocasional temblor de las manos dejaba apreciar su estado de excitación interior.
Después marcharon, en impecable sincronía y coordianción, los guardias de honor del EPL y diez formaciones de infantería, cada una bautizada con el nombre de una batalla luchada por tropas lideradas por el PCCh durante la II Guerra Mundial o de un héroe o combatiente modelo chino.
Pero lo más destacado para muchos de los 40.000 presentes y centenares de millones de espectadores que seguían las celebraciones en televisión o internet fueron las tropas extranjeras, que por primera vez participaban en un desfile militar de China.