MONTEVIDEO, 8 sep (Xinhua) -- El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, escuchó el pedido del partido gobernante y retiró al país de las negociaciones del Acuerdo en Comercio de Servicios (TISA, siglas en inglés) en Ginebra, Suiza.
Esta decisión polémica se adoptó la víspera, luego de varios debates entre el poder Ejecutivo y dirigentes del partido gobernante Frente Amplio (FA).
Las negociaciones del TISA apuntan a liberalizar el comercio de servicios, impulsadas por algunos integrantes de la Organización Mundial del Comercio (OMC) como Estados Unidos y la Unión Europea (UE), ante la lentitud en las negociaciones de la Ronda de Doha.
En esas conversaciones participa más de una veintena de países y territorios, entre ellos Chile y Colombia.
Para muchos en Uruguay, el TISA era una oportunidad de acceder a nuevos mercados y dejar de priorizar en el Mercado Común del Sur (Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela).
El Mercosur ha tenido críticas en el ámbito local ante la falta de avances en el intercambio comercial.
"Lo que pasó el fin de semana no es bueno para Uruguay", aseguró este martes el canciller Rodolfo Nin Novoa, en referencia a la declaración que adoptó el sábado 5 de septiembre el Plenario Nacional del FA.
El órgano partidario de conducción estableció que es inconveniente "seguir participando de las negociaciones del TISA" en función de la "visión sobre el desarrollo integral de la nación" y las "definiciones" programáticas de la fuerza política.
El 63 por ciento de las exportaciones uruguayas "paga para entrar a los mercados", por lo cual el canciller se preguntó si se debe continuar así o buscar alternativas.
Nin prevé que "cuando la negociación del TISA termine y Uruguay, desde afuera, analice el TISA y lo compare por ejemplo con el TLC (Tratado de Libre Comercio) que tenemos con México, no va a ser muy distinto".
La vocera del Consejo de Ministros que encabezó la víspera el presidente Vázquez, Liliam Kechichian, anunció que el gobierno resolvió acatar la decisión de la fuerza política.
La resolución del FA fue "lo suficientemente fuerte como para tomar una decisión hoy", agregó Kechichian.
Por su parte, el ministro de Economía, Danilo Astori, lamentó la decisión del partido de gobierno.
"Por el hecho de que tenemos muy poca información, no estoy en condiciones de decir cuál sería la pérdida o la ganancia, por eso me hubiera gustado seguir analizando el tema, pero no se resolvió eso", explicó Astori.
El ex presidente uruguayo y actual senador del FA, José Mujica, quien ordenó durante su mandato (2010 y 2015) integrarse a la negociación por el TISA, apoyó la decisión de Vázquez.
A su juicio, las condicionse cambiaron porque en las conversaciones no están India, Rusia, China, ni Brasil que son "nuestros principales clientes".
"Eso crea una inseguridad a este acuerdo desde el punto de vista de nuestros intereses", manifestó.
"De todas maneras no me pongo en el cuadro de los que deciden que eso es una panacea y que no estar es un desastre, ni una cosa ni la otra", puntualizó.
La decisión del Ejecutivo generó el rechazo en la oposición, que aproyaba la continuidad de las negociaciones y que este martes aprobó una interpelación en el Senado al canciller Nin.
En opinión del senador y líder del principal partido opositor, Luis Lacalle Pou, el presidente "no ejerce la autoridad".
Consideró ilógico que el gobierno "se ampute la posibilidad de sentarse a negociar un acuerdo que eventualmente es bueno".
Las cámaras empresariales se sorprendieron de la resolución presidencial.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, Carlos Perera, sostuvo que es "una mala decisión".
"Somos un país de servicios. Los necesitamos. Los servicios no tienen techo y permiten crecer hacia afuera (...) Había que saber de qué se trataba y no salir de las conversaciones con esta virulencia", sostuvo Perera en declaraciones al diario local "El País".
Los servicios representan en Uruguay el 79 por ciento del empleo y el 67 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según datos del gobierno uruguayo.
Las exportaciones de servicios, a su vez, representan 6 por ciento del PIB nacional.