BUENAVENTURA, 13 sep (Xinhua) -- En el marco de los "Encuentros Regionales para la Paz" que se adelantan en Colombia para analizar desde cada región los avances del Proceso de Paz con la guerrilla de las FARC en La Habana y las expectativas ante un eventual posconflicto, la ciudad de Buenaventura realizó esta semana el encuentro correspondiente.
En esta cita, diferentes sectores expresaron sus inquietudes sobre el futuro del puerto y la articulación del proceso en este territorio, uno de los más conflictivos del país andino.
Al encuentro fueron invitados representantes de las víctimas del conflicto armado en la región, del Centro de Memoria Histórica, de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, del Gobierno, de la comunidad internacional y aliados territoriales que se encargaron de recordar los problemas que sufre esta ciudad que a pesar de poseer el mayor puerto marítimo del país, históricamente ha sido víctima del abandono estatal, siendo blanco de la recurrente violencia de diversos actores armados.
Hombres, mujeres y jóvenes bonavorenses, tuvieron la oportunidad de denunciar una vez más los problemas que mantienen estancado el desarrollo de la ciudad tales como la pobreza, la delincuencia, el racismo y el narcotráfico, y coincidieron en afirmar que un acuerdo de Paz en La Habana entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC no solucionaría sino una pequeña parte del conflicto que se vive en la región considerada por la Defensoría del Pueblo como la más violenta de Colombia.
"El Gobierno habla con las FARC y eso está muy bien, llegarán tal vez a un acuerdo que los beneficie a ellos, pero ¿quién negocia aquí con los grupos armados que reclutan a nuestros niños y jóvenes para proteger su negocio del narcotráfico? ¿Quién negocia con los salvajes que asesinan y descuartizan a todos aquellos que se niegan a colaborarles? Aquí vivimos llenos de miedo y sabemos que si se firma la paz en La Habana, la situación aquí seguirá siendo la misma, abandono del Estado y las bandas criminales manejándonos a su antojo", dijo a Xinhua un joven que pidió que no se revele su identidad.
"En Buenaventura, en su zona urbana, no hay presencia de las FARC, hay presencia de los grupos paramilitares emergentes, si se firma la paz en La Habana quizá de las zonas rurales saldrá la guerrilla y algunos guerrilleros llegarán a Buenaventura, pero las bandas criminales con las que no se está firmando ninguna negociación, lamentablemente seguirán delinquiendo", dijo Leonard Reintería, el representante de la mesa temática de jóvenes víctimas del conflicto durante el encuentro.
Reintería recordó que Buenaventura ha sido en esencia un lugar lleno de recursos naturales y culturales que pueden hacer grandes aportes al país y al mundo pero que se han visto opacados por la pobreza y la violencia que azotan el puerto.
Los jóvenes se quejaron además de los casos de corrupción que han afectado a la ciudad de 400.000 habitantes como el del actual alcalde, Bartolo Valencia y siete funcionarios más, quienes fueron recientemente capturados por presuntos actos de corrupción administrativa, y que privaron a la ciudad de millones de pesos destinados por el Gobierno Nacional a la educación.
Durante el encuentro de los jóvenes en esta mesa, se trataron otros temas como la necesidad de políticas públicas que garanticen la educación de calidad para los niños y jóvenes, el empleo, la promoción del deporte, de las actividades artísticas y culturales, así como del turismo, uno de los grandes potenciales de esta zona colombiana que muchos turistas evitan precisamente por sus índices de violencia.
Uno de los principales invitados al encuentro regional en Buenaventura fue Lars Vaagen, embajador de Noruega (país garante del Proceso de Paz) en Colombia , quien también representó el compromiso de Suecia y Suiza por la consecución de la paz en la nación sudamericana y dijo a Xinhua que las particularidades del conflicto armado en Buenaventura y analizadas durante la primera jornada del Encuentro Regional para la Paz, dejan en claro varios retos que la sociedad colombiana debe superar una vez ingrese al escenario del posconflicto.
"Todos sabemos que la situación en Buenaventura y en el Pacífico es muy difícil, pienso que el gobierno tiene planes de desarrollo, se ve aquí que hay poca confianza en las autoridades, como en todo el país, yo pienso que este es uno de los principales problemas que hay que superar, crear confianza y eso solo se hace con hechos a través del tiempo, durante los años (...) después de una implementación inmediata de un posible acuerdo de paz, entonces sigue la construcción de la paz durante diez o veinte años, lo importante es que durante tantos años el desarrollo vaya en una buena dirección", señaló.
Vaagen confió en que esta confianza logre construirse y resaltó la importancia de estos encuentros regionales que se han llevado a cabo en 17 regiones diferentes con el fin de llegar precisamente a las comunidades más golpeadas por la violencia y por el conflicto, con el mensaje de que la verdadera paz debe construirse desde los territorios con el respaldo del Gobierno y de la comunidad internacional.
"El compromiso de la comunidad internacional es muy fuerte con el proceso de paz , los diferentes países tienen distintos roles pero en general sabemos que hay un apoyo (...) Esperemos que la comunidad internacional pueda contribuir a los mecanismos de apoyo que están en formación y esperando para el proceso de paz que aún no sabemos si viene, pero que todos estamos esperando", concluyó Vaagen.
Para la Oficina del Alto Comisionado para la Paz del gobierno de Colombia, los índices de pobreza que superan el 66 por ciento, de analfabetismo de más del 25 por ciento, entre otros, reflejan grandes desafíos por atender en Buenaventura, independientemente de si se entra o no en un escenario de posconflicto.
El representante de esta oficina, Diego Bautista, señaló a Xinhua que cada región en Colombia tiene particularidades que hacen del acercamiento del proceso de paz a la comunidad un mecanismo que aunque complejo, ha dado resultados positivos.
"Hay temas recurrentes que tienen que ver con los acuerdos, el tema del desarrollo rural y víctimas es muy importante, hay unos territorios como el Bajo Cauca y Putumayo donde el tema de los cultivos ilícitos es fundamental", explicó el funcionario recordando que el de Buenaventura es el encuentro regional número 17.
Bautista señaló que uno de los momentos comunes en los encuentros regionales que se han adelantado en los diferentes territorios es una catarsis fuerte de la comunidad en donde las personas manifiestan cada vez más sus preocupaciones y realizan sin temor denuncias sobre lo que realmente sucede en sus territorios así como sus razones para mostrarse escépticos frente al proceso de paz actual.
"Hay un tema que es importante para esta construcción que es toda esta capacidad de liderazgo en los territorios, movimientos muy fuertes y procesos muy fuertes que hoy no son tan visibles porque hay conflicto, pero en un escenario sin conflicto van a ser más visibles y para el Estado va a ser un desafío adaptarse a que debe ser construido con la ciudadanía y generar espacios para que no se den frustraciones o se generen más violencias", agregó.
"También hay un segundo tiempo en el que todos manifiestan que quieren sacarse de encima el tema de la violencia y el tema de la guerra y con la misma fuerza con que critican las cosas presentan una disposición enorme por ser útiles en la construcción de la paz", concluyó.
Otros de los invitados a este encuentro fueron Otulia Valencia, representante de víctimas en la región, María Teresa Arisabaleta, directora de la Ruta Pacífica del Valle del Cauca, Manuel Gonzales, subdirector de la Pastoral Social de Buenaventura y María Emma Wills, representante del Centro de Memoria Histórica, quien recalcó la importancia de involucrar a las comunidades en cualquier plan de desarrollo regional.
Durante los encuentros regionales para la paz se establecen mesas de trabajo que analizan los puntos más sensibles de las comunidades frente al conflicto armado y se discute sobre las cinco temáticas que se estudian en las conversaciones de La Habana para proponer soluciones desde su realidad particular.
A pesar de tener el principal puerto marítimo del país por donde se mueve el 60 por ciento del comercio exterior y ser la principal ciudad de la costa pacífica colombiana, en 2014 Buenaventura fue catalogada como la más violenta del país por la presencia de bandas rezagos de grupos paramilitares desmovilizados que controlan el tráfico de estupefacientes, tanto en la ciudad como en la salida por el mar hacia el extranjero.
De acuerdo a cifras oficiales en los últimos 15 años, en Buenaventura se han registrado más de 5.000 homicidios, cerca de 500 personas desaparecidas, 26 masacres y por lo menos 160.000 personas desplazadas.