Ciudad oriental china eliminará cobros de franquicia para romper oligopolio de taxi

Actualizado a las 15/09/2015 - 16:58

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HANGZHOU, 15 sep (Xinhua) -- Hangzhou, capital de la provincia oriental china de Zhejiang, está planeando eliminar las cuotas de franquicia de taxi que se pagan al gobierno, en un intento por romper con el oligopolio en la industria.

Con las aplicaciones de llamada de taxi que están ahora desafiando a las compañías establecidas hace mucho tiempo en el sector del taxi, los taxistas han notado la presión de las cuotas crecientes y de una mayor competencia.

Para ayudar a los taxistas a ganar más, Hangzhou planea eliminar la porción del gobierno de las cuotas administrativas de forma retroactiva desde el 1 de enero de este año, conforme a un proyecto de directriz difundido ayer lunes.

La nueva política significará una deducción media mensual de 400 yuanes (63 dólares) en las cuotas para los taxistas, dijo el subdirector del buró de administración de tráfico de la ciudad, Lu Xiande. El gobierno también devolvería alrededor de 100 millones de yuanes que se han recaudado en lo que va de año.

Actualmente, los taxistas en Hangzhou pagan hasta 8.000 yuanes al mes para registrarse en una del pequeño número de enormes compañías de administración.

El sistema de administración de los taxis de China está caracterizado por un selecto número de grandes compañías conocidas por recaudar cuotas de operación excesivas, a las que se atribuye la desmoralización de los taxistas, que resulta en servicios pobres.

La aparición de aplicaciones de llamada de taxis ha desafiado el sistema actual, puesto que permite a los consumidores recurrir a una mayor cantidad de automóviles privados. Sin embargo, más opciones quieren decir más competencia y la tecnología ha aumentado la presión sobre los taxistas, provocando protestas en algunas ciudades.

Como respuesta, varias ciudades chinas se han comprometido a cancelar las cuotas de franquicia.

En mayo, la ciudad de Yiwu, también en Zhejiang, anunció que irá más allá y suprimirá la cuota de licencia de taxi, a la que se atribuye el aumento de la falta de taxis y el hacer posible el oligopolio.

La directriz también se compromete a reducir la propiedad de los taxis y los derechos de gestión y a establecer dos compañías de propiedad estatal para regular el mercado.