Netanyahu manipula statu quo, dice gobierno palestino

Actualizado a las 23/09/2015 - 08:55

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RAMALA, 22 sep (Xinhua) -- El gobierno de unidad palestino denunció hoy que las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre el mantenimiento del statu quo en la mezquita al-Aqsa en Jerusalén son falaces.

Localizada en la antigua ciudad de Jerusalén Oriental, la mezquita al-Aqsa es el tercer lugar más sagrado para los musulmanes luego de La Meca y Medina en Arabia Saudí.

Los judíos creen que las ruinas de sus templos antiguos están bajo el complejo de la mezquita al-Aqsa.

Casi a diario estallan enfrentamientos en el complejo de la mezquita entre los devotos palestinos y la policía israelí, porque los palestinos acusan a los judíos ortodoxos de "atacar" el complejo durante las festividades judías.

El primer ministro israelí prometió mantener el statu quo en la mezquita.

Justo antes de sostener una sesión con altos funcionarios sobre la situación de seguridad en Jerusalén, Netanyahu acusó a los partidos islámicos, a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y a Turquía de fomentar la tensión en el lugar.

Los palestinos desean que Jerusalén Oriental sea la capital de su futuro Estado, dentro de los territorios ocupados por Israel en 1967.

Israel dijo que Jerusalén es su capital indivisible, aunque la comunidad internacional no la reconoce.

En un comunicado luego de su reunión semanal esta semana a través de una videconferencia entre Ramalá y Gaza, el consejo de ministros indicó que mantener el statu quo requiere que el Departamento de Waqf Islámico en Jerusalén sea la única parte responsable de todo los asuntos relacionados con la mezquita.

El comunicado estipula que el statu quo ha estado en vigor desde el imperio Otomano, a lo largo del Mandato Británico y del gobierno jordano, y agregó que "cualquier situación adversa fue impuesta por el ejército israelí cuando ocupó Jerusalén en 1967".

El comunicado se refiera a las excavaciones subterráneas debajo y alrededor de la mezquita al-Aqsa, el túnel excavado que incitó a los palestinos a la revuelta en septiembre de 1996, seguida por la visita del ex primer ministro israelí, Ariel Sharon, en el año 2000, lo que provocó el segundo levantamiento palestino.

El consejo de ministros dijo que el gobierno de Israel alienta "ataques reaccionarios contra los sitios sagrados islámicos y cristianos" y advierte que esto podría provocar una guerra religiosa.

"Israel es la única parte responsable del resultado de esta guerra", dice el comunicado.

El consejo pidió a los países musulmanes y árabes actuar "ante la gran amenaza en la ciudad sagrada para evitar que Israel profane más la mezquita al-Aqsa".

El consejo pidió además a la comunidad internacional responsabilizar a los líderes israelíes y a los judíos ortodoxos por apoyar y ejecutar los ataques contra el complejo de la mezquita al-Aqsa y los palestinos desarmados.