Seúl medió para reanudar la cumbre China-Japón-República de Corea luego de una interrupción de tres años y medio. Los líderes se habían reunido anualmente de 2008 a 2012 antes de que sus encuentros se interrumpieran en gran parte por las provocaciones japonesas sobre temas territoriales e históricos.
La "nacionalización" de la Islas Diaoyu de septiembre de 2012 por parte de Japón enfrió sus relaciones con China. La visita del primer ministro japonés Shinzo Abe al templo Yasukuni, donde se honra a criminales de la Segunda Guerra Mundial convictos, deterioró las relaciones de Japón con sus vecinos asiáticos.
En una reunión con Abe el domingo luego de la cumbre tripartita, Li exigió que Japón maneje adecuadamente los temas sensibles en los lazos bilaterales encarando directamente a la historia, a la que debe considerarse como un espejo.
Por otro lado, Li pidió esfuerzos concertados para mantener y fortalecer el ímpetu positivo en la distensión entre China y Japón, incluida la reanudación de las reuniones regulares entre los líderes chinos, japoneses y surcoreanos.
Abe expresó su disposición de mejorar las relaciones con China con base en los cuatro documentos políticos firmados por los dos países y dijo que Japón continuará buscando un desarrollo pacífico basado en su reflexión sobre la II Guerra Mundial y se adherirá a la política de "defensa puramente defensiva".
Las relaciones entre China y Japón han atestiguado una recuperación gradual desde que las dos partes alcanzaron un acuerdo de principio de cuatro puntos en noviembre del año pasado, que allanó el camino para una reunión para enmendar las relaciones entre el presidente chino, Xi Jinping, y Abe días después.
En la cumbre China-Japón-República de Corea del domingo, Li propuso que los tres países fortalezcan la confianza mutua sobre la premisa de forjar bases comunes en los temas principales, incluidos temas históricos, y asumir la responsabilidad de salvaguardar la estabilidad regional y, en particular, la paz y la estabilidad en la península de Corea.
En una declaración conjunta en pro de la paz y la cooperación en el noreste de Asia, emitida luego de la cumbre trilateral, las tres partes reiteraron su firme oposición al desarrollo de armas nucleares en la península y a cualquier acción que pueda causar tensión en la península o violar las resoluciones correspondientes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Li dijo que las tres partes son complementarias en economía y que tienen un gran potencial para la cooperación en capacidad de producción, Li pidió a las tres partes explorar nuevos modelos de cooperación para producir resultados en los que todos ganen, en lugar de involucrarse en una competencia feroz.
En la declaración, las tres partes acordaron fortalecer su asociación en el crecimiento sostenible, la estabilización del mercado financiero, la prevención y control de la contaminación del aire y la prevención y control de enfermedades contagiosas, la supervisión de los desechos marinos, la investigación en el Círculo Polar Ártico y las industrias de alto valor agregado.
Los tres países prometieron también compartir experiencias y explorar la cooperación económica y deportiva para las Olimpiadas de Invierno Pyeongchang 2018, las Olimpiadas de Verano de Tokio 2020 y los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022.
Al representar una parte abrumadora de la economía asiática y una porción significativa de la producción global, China, Japón y la República de Corea han experimentado un incremento anual de 12 por ciento en el comercio trilateral en la última década, lo que ha dado como resultado una creciente interdependencia teniendo como telón de fondo una mayor globalización.
En la declaración, los tres vecinos reconocieron que tienen que superar la situación en la que la coexisten la interdependencia económica y las tensiones políticas y de seguridad, para construir una paz, estabilidad y prosperidad comunes permanentes en la región.