La crisis financiera global y las resultantes medidas de austeridad implementadas en las naciones más pobres de la eurozona han conducido a un fuerte aumento en las tasas de suicidio en los hombres de la zona, se indicó en un nuevo estudio.
El estudio, realizado por Nikolaus Antonakakis de la Universidad Privada Webster de Viena, Austria, y Alan Collins de la Universidad de Portsmouth, afirma que la crisis monetaria en las naciones más pobres de la unión monetaria tiene el potencial para convertirse además en una crisis de salud.
En un boletín de prensa de la Universidad Webster se indicó que los investigadores examinaron los vínculos directos entre la tasa de suicidio y los efectos de la pérdida de ingresos, los recortes en el gasto gubernamental y el desempleo juvenil.
El recorte en el gasto gubernamental y su posterior impacto sobre pensiones y salarios tuvo un impacto particular sobre los hombres de entre 65 y 89 años de edad.
Un total de 2.325 hombres se quitaron la vida en 2011 y 2012 como resultado directo de los efectos de la austeridad en su vida personal. Entre 2009 y 2014, la cifra ascendió a 4.555.