Las tasas de mortalidad materna en el mundo han bajado 44 por ciento desde 1990, se indicó hoy en un informe de la ONU, lo que da nuevo impulso al objetivo de eliminar las muertes relacionadas con embarazos para 2030.
"Esto equivale a una proporción de mortalidad materna mundial de alrededor de 216 muertes maternas por cada 100.000 nacimientos vivos, en comparación con las 389 muertes registradas en 1990", dijo el vocero de la ONU, Stephane Dujarric, en la conferencia de prensa diaria.
La mortalidad materna es definida como la muerte de una mujer durante el embarazo, el parto o el período de seis semanas posterior al nacimiento.
"La mortalidad materna alrededor del mundo disminuyó de cerca de 532.000 en 1990 a alrededor de 303.000 este año", se indicó en el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNnicef, por sus siglas en inglés), el Fondo de Población de Naciones Unidas, el Grupo del Banco Mundial y la División de Población de la ONU, que es parte de la secretaría de la ONU.
Los análisis incluidos en "Tendencias de la mortalidad materna: De 1990 a 2015" también están siendo publicados de manera simultánea en la revista médica The Lancet.
"En los últimos 25 años, el riesgo de una mujer de morir por causas relacionadas con el embarazo se ha reducido a la mitad", dijo Flavia Bustreo, directora general adjunta de la ONU para Familia y Salud Materno-Infantil. "Esto es un verdadero avance, aunque no es suficiente. Sabemos que prácticamente podemos poner fin a estas muertes para el 2030 y es con esto con lo que estamos comprometidos".
Una nueva Estrategia Global para la Salud de Mujeres, Niños y Adolescentes, lanzada por el secretario general de la ONU Ban Ki-moon en septiembre de 2015, busca ayudar a lograr el ambicioso objetivo de reducir las muertes maternas a menos de 70 por 100.000 nacimientos vivos a nivel mundial, como se indica en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el plan para los esfuerzos de desarrollo global para los próximos 15 años.